Peluso, su etapa en el Atalanta como jugador antes del regreso junto a Palladino
Como es habitual, la Atalanta, al elegir a Raffaele Palladino en lugar de Juric, también incorporó a su cuerpo técnico, que le acompañará en su metodología de trabajo. Entre los elegidos destaca Federico Peluso, que no es un ex más, sino quien pasó de ser el símbolo del último descenso del conjunto nerazzurro en 2010 a convertirse en uno de los laterales nerazzurri más fuertes de siempre (y, por el camino, una carrera llena de satisfacciones). Una demostración de que la voluntad y el talento marcan la diferencia por encima de las dificultades.
Lateral izquierdo nacido en 1984, Peluso aterriza en Bérgamo en enero de 2009, cuando el conjunto nerazzurro necesitaba completar la zaga con un joven en plena progresión. Federico, de hecho, fue uno de los protagonistas de la cabalgada hasta la final del playoff de ascenso de la Serie B con el AlbinoLeffe, aunque su adiós al conjunto celeste estuvo rodeado de polémica por su tira y afloja con la renovación. Con Delneri, Peluso se mostró tan sólido como dinámico: disputó 8 partidos y dejó excelentes sensaciones de cara al siguiente curso.
La 2009/10 fue la del descenso a la Serie B, pese a un buen inicio, sobre todo con Antonio Conte en el banquillo (quien, cuatro años después, impulsaría su fichaje por la Juventus). Por el camino llegó también su primer gol en la Serie A, en casa ante el Parma (última victoria de Conte como local en Bérgamo). Sin embargo, la temporada fue muy convulsa: el 2 de mayo de 2010, con un autogol en el duelo directo ante el Bolonia que certificó el descenso de la Dea, tocó fondo en su etapa bergamasca.
Pero Peluso no se rinde. Tras una temporada en la Serie B a gran nivel, firmando actuaciones importantes (y un gol decisivo contra el Torino), alcanzó la consagración en 2011-12, demostrando ser más fuerte que los 6 puntos de sanción. El dorsal 13 nerazzurro fue a más hasta convertirse, con Colantuono, en uno de los mejores laterales de la historia de la Atalanta, con un golazo ante el Cesena como guinda, además de convertirse en la imagen de aquella temporada en Bérgamo. Al curso siguiente marcó otro gol (de nuevo contra el Parma), pero la llamada de la Juventus se lo llevó de Bérgamo; después de los bianconeri, etapa en el Sassuolo, donde puso fin a su carrera. Luego, la aventura al lado de Palladino, que le llevó de Monza a Florencia hasta volver a aquella Bérgamo que le había consagrado: a la espera de escribir un nuevo capítulo con los colores nerazzurri.



