Pastorello a 360º: "Secuestraron a Evra para que firmara. ¿Lukaku-Chelsea? Lancé el móvil por los aires"

Amplia entrevista en FanPage a Federico Pastorello. El célebre agente de futbolistas, entre otros temas, desveló también varios entresijos de sus negociaciones más importantes, empezando por la que marcó un antes y un después en su carrera: "Seguramente la operación que llevó a Stefano Fiore del Parma al Lazio en 2001. Por entonces era el Lazio de Cragnotti, fue un traspaso descomunal: 75.000 millones de liras de las de antes para hacerse con Giannichedda y Fiore. No sabía cuánto pedir y pensé: 'Vamos a tirar muy alto'. Al final aceptaron y se convirtió en mi primer contrato importante, 5.000 millones de liras. El chico estaba encantado; ni siquiera le dije cuánto tenía pensado pedir. Él esperaba bastante menos. Me regaló un buen reloj, que aún conservo".

La conversación se detiene después en Patrice Evra: "Estaba en el Monza, en Serie C, y el director deportivo de entonces me dijo: 'Mira, te regalo la ficha, con tal de que te lo lleves de aquí porque es un desastre y no quiero verlo más'. Yo tuve la intuición de llevarlo al Niza. Estaba el míster Salvioni, un hombre de grandes valores y disciplina; para mí, era justo lo que necesitaba. Él jugaba de extremo, pero por emergencia disputó un partido reconvertido a lateral. Hizo un partidazo y a partir de ahí jugó todos los encuentros. Fue elegido mejor lateral de la Ligue 2 y me lo llevé al Mónaco de Deschamps. De ahí pasó al Manchester United de Ferguson y ganó 23 o 24 títulos. Su historia es increíble: de descartado a ser uno de los jugadores más importantes que he gestionado. ¿La anécdota más curiosa sobre Evra? Recuerdo, sobre todo, una historia de película. Llegó al final de contrato con el Niza, que era de Franco Sensi, pero el club fue vendido. Pensé: 'Ahora me lo llevo al Mónaco'. Pero la nueva directiva quería hacer lo imposible para intentar venderlo. Llegaron prácticamente a secuestrarlo: lo metieron a la fuerza en un coche y lo encerraron durante horas en un restaurante, casi amenazándole para que firmara el contrato. Nosotros no lográbamos encontrarlo, no respondía al teléfono. Al final firmó algo, pero por suerte se equivocaron y no le hicieron rubricar todas las copias, como marca el reglamento. Cuando lo soltaron, estaba llorando; tenía 20 años entonces. Nos dijo: 'Me han obligado a firmar, han dicho que me venden al Barcelona'. Envié a uno de mis colaboradores a recogerlo para traerlo conmigo a Montecarlo. No me fiaba de dejarlo en su casa en Niza".

¿Cuándo se dio cuenta de que lo había conseguido? Es una de las últimas preguntas a Pastorello. "Hubo varios momentos. El de Lukaku del Inter FC al Chelsea fue un traspaso larguísimo, durísimo. Cuando por fin tuve el OK fue una liberación. Estaba en Folgaria, en plenas fechas de Ferragosto. Lancé el móvil diez metros por los aires cuando Marina Granovskaia aceptó las últimas condiciones exigidas por el Inter FC", respondió.