La ausencia de Conte no puede considerarse normal. Las palabras dicen una cosa y los hechos, otra: el SSC Napoli está en una encrucijada y el técnico debe cambiar el rumbo. ¿Los líderes siguen con él? Y las lesiones no son fruto del azar
En el SSC Napoli los ánimos están al rojo vivo. La derrota ante el Bologna FC antes del parón, la tercera en este inicio de Serie A (la quinta en total), dejó secuelas y la ausencia de Antonio Conte en la vuelta a los entrenamientos, justificada por el club como "ya programada y acordada desde hace tiempo", no puede considerarse algo normal. Incluso si los napolitanos hubieran sumado 33 puntos en las primeras 11 jornadas de Serie A sería difícil entender el porqué de unas "vacaciones" así; vistas las dificultades, también en Champions League, de estos primeros meses, todavía cuesta más justificar una decisión semejante.
Como ya dijimos, en teoría, que Conte se haya quedado en Turín en lugar de regresar a la capital campana no debería ser noticia, pero viendo lo ocurrido desde finales de agosto hasta hoy es imposible no hacer un análisis más profundo. El camino en Liga y en Europa no ha sido el esperado, y las palabras del entrenador, tras cada KO, siempre han dado que hablar. Desde sus críticas al mercado, con demasiados fichajes, hasta las responsabilidades atribuidas a los jugadores, pasando por las reflexiones que debía hacer junto al presidente: algo no funciona y el problema amenaza con hacerse muy grande.
El primer caso serio fue el que involucró a Kevin De Bruyne, molesto tras la sustitución en San Siro ante el AC Milan. El técnico fue claro en la rueda de prensa: un "se ha equivocado de persona" que dejaba poco a la interpretación. Todo se cerró de inmediato, con la paz entre Conte y KDB, pero el nerviosismo del entrenador volvió a aflorar al menos en otras dos ocasiones. La primera, tras el durísimo KO contra el PSV en Champions, cuando el propio Conte cargó contra el mercado del verano y las "demasiadas caras nuevas" (nueve, para ser exactos) que había que integrar en un grupo que venía de ganar el Scudetto; y la segunda, el domingo pasado, después del KO en el Dall'Ara. "No quiero acompañar a un muerto", dijo, entre otras frases, el ex seleccionador de Italia, señalando a sus futbolistas e invitándoles a asumir sus responsabilidades.
Conte está preocupado y lo ha dicho abiertamente, pero le toca a él cambiar el rumbo. No será sencillo: dentro del vestuario hay fracturas importantes que habrá que recomponer. Solo con un cara a cara sin elevar el tono el Napoli podrá volver a ser un equipo de verdad, capaz de imponer su ley ante cualquiera. No es fácil, ya lo hemos dicho, pero el técnico salentino no es de los que tira la toalla. De Laurentiis está con él y lo ha demostrado, pero la pregunta es otra: ¿los líderes siguen con el entrenador? La reunión de hace un par de semanas en Castel Volturno entre los jugadores y Conte no llevó a nada: por un lado, el grupo pidió bajar la intensidad de los entrenamientos respecto al año pasado, visto el doble frente de esta temporada; por el otro, el entrenador aceptó solo parcialmente. En medio, un tema capital: las muchas lesiones que están diezmando la plantilla napolitana en las últimas semanas.
La de Anguissa, con dos o tres meses de baja, es la última ausencia y pesará muchísimo en la temporada del Napoli. Antes cayó, con una lesión muscular muy parecida, también De Bruyne. Dos bajas pesadísimas que le restarán a los napolitanos muchos goles, calidad y músculo. Y todo eso no puede ser fruto del azar. La preparación física está en el ojo del huracán, al igual que los ritmos frenéticos que impone Conte en cada sesión. Una secuencia interminable de problemas, por tanto, en el Napoli, con una temporada que, tras este parón, entrará de lleno en su fase decisiva. Desde el lunes el entrenador volverá al trabajo y todas las miradas estarán puestas en él: porque, tras cinco días, "ya programados y acordados desde hace tiempo", lejos de Castel Volturno, las cuentas tienen que empezar a cuadrar; de lo contrario, se antoja muy difícil que los caminos del club partenopeo y Antonio Conte sigan juntos hasta final de temporada.



