La Lazio, el KO di Rovella puede condicionar el mercado. Y el tratamiento conservador divide

Un parón de unos cuatro meses que también condiciona el mercado de enero. A la espera de conocer cuál será el destino del conjunto celeste en la ventana invernal, la Lazio tiene que lidiar con la lesión de Nicolò Rovella. El pivote del conjunto celeste, tras dos meses intentando el tratamiento conservador, ha tenido que tirar la toalla y en los próximos días pasará por el quirófano para intentar solucionar la pubalgia que arrastra desde el inicio de temporada. Solo ha completado 90 minutos ante el Hellas Verona; después fue sustituido en la primera parte contra el US Sassuolo y cambiado al descanso en el derbi, antes de la baja que le mantiene alejado de los terrenos de juego desde el 21 de septiembre. Y así seguirá, al menos, hasta 2026, con la incógnita de su recuperación, que inevitablemente también condicionará el mercado. A día de hoy, en la plantilla solo está Cataldi para ocupar el rol de Rovella, por lo que no se descarta que Sarri pida un mediocentro organizador más en enero.

La Lazio, el tratamiento conservador divide

Desde que se conoció el nuevo parón y la necesidad de operar, el caso Rovella ha monopolizado el debate en el entorno de la Lazio. Muchos señalaron al jugador por su decisión; otros subrayaron la falta de claridad en la gestión del cuerpo médico. El 24 de septiembre, la Lazio precisó que "se realizarían más consultas y que, por el momento, se seguiría el tratamiento conservador", sin aclarar de quién partía la decisión de optar por esa vía. Ayer, Rovella, en Instagram, quiso dejar claro que "tras el partido ante el Sassuolo y el derbi me consulté durante mucho tiempo con el cuerpo médico, el club y mi familia y, juntos, decidimos optar por el tratamiento conservador". Ese "juntos" que, sin embargo, no fue "compartido" por la Lazio en redes: por la noche, el club comunicó que "desde el principio, la decisión de evitar la operación y apostar por el tratamiento conservador fue del jugador". Ninguna referencia a "consultas con el cuerpo médico y el club", solo "una decisión del jugador". Una división que refleja la fractura entre la afición sobre las responsabilidades. Quien paga el pato, eso sí, es Rovella, que entre tratamiento conservador y operación estará fuera al menos cuatro meses; y Maurizio Sarri, que se queda sin su mediocentro titular y tendrá que pedirle un sobreesfuerzo a Danilo Cataldi hasta enero.