La Cremonese, revelación y con el colmillo afilado: lástima que ya no esté Tudor…

A Davide Nicola quizá le fastidie un poco que en el banquillo de la Juventus ya no esté Igor Tudor. El técnico de la Cremonese ha evitado entrar en la polémica —«no voy a entrar en esos jueguecitos»—, pero habría tenido un argumento extra para motivar a los suyos de cara al duelo ante los bianconeri. «Si hubiéramos jugado contra la Cremonese en vez de contra el AC Milan, ahora seríamos líderes», dijo el croata en una de sus últimas declaraciones como técnico bianconero. Está por ver.

La Cremonese, en el arranque de la Serie A, ya tumbó al AC Milan. En San Siro, además. Y no quedó ahí: el conjunto lombardo, que llega al duelo a solo un punto de la Juventus, empató 1-1 con el Atalanta y, si se le quiere considerar «grande», también con el Como. El único verdadero borrón de los lombardos en este inicio de temporada fue la derrota ante el Inter FC; por lo demás, cuesta no considerarla la sorpresa del campeonato, al menos por ahora.

Una revelación, la del equipo de Nicola, construida sobre una profunda renovación de la plantilla que logró el ascenso la pasada temporada desde la Serie B. Vardy lidera al equipo y, de Audero a Sanabria, pasando por Baschirotto y Payero, por citar los fichajes más relevantes, la propiedad y la dirección han puesto en manos de Nicola un bloque capaz de correr y de no achicarse ante nadie, ni siquiera frente a los grandes. Y ese colmillo afilado, incluso sin Tudor en el banquillo rival, es un aliciente más.