Filip Kostic, deseado y luego descartado tras una temporada. Acaba contrato en junio
En 2022, Filip Kostic era un pilar del Eintracht de Frankfurt. Acababa de conquistar la Europa League —en la final ante el Celtic de Glasgow— y era uno de los carrileros más interesantes del panorama mundial. Quizá por eso Massimiliano Allegri lo pidió para su banda izquierda: en el 3-5-2 quería un titular prácticamente intocable.
Duró poco. Tras una temporada sin brillo —y, sobre todo, marcada por problemas mayúsculos como los que sacudieron a Andrea Agnelli y a toda la directiva—, le colgaron el cartel de transferible. Sin un precio claro ni una intención real de vender, pero si llegaba una oferta igual a lo pagado un año antes, unos 15 millones, se iría. Hubo interés, en especial del West Ham United. Pero la propuesta nunca llegó. Así, en el segundo curso con Allegri fue uno de los titulares, aunque el regreso de Cambiaso lo dejó aún más en un segundo plano.
Hasta la cesión, ya con Thiago Motta, al Fenerbahçe. Doce meses correctos y vuelta a la Juventus, donde aún le restaba un año de contrato. En junio se despedirá sin haber dejado una huella real en la historia bianconera. Por cómo empezó, sabe a oportunidad perdida. Hoy, Filip Kostic cumple 33 años.



