El Real se frena, el Barça toma el liderato: el calendario no ayudó, pero los problemas son muchos
Tan cerca y, sin embargo, tan lejos. Hace apenas 35 días, el Real Madrid de Xabi Alonso parecía casi imparable. El Clásico ganado 2-1 ante el FC Barcelona había certificado la superioridad de Vinicius y compañía más allá del marcador: un equipo feroz, dominante, al que solo contuvo un Szczesny descomunal. La euforia se alimentó después con el 4-0 al Valencia y la ventaja en la tabla parecía sólida, casi cómoda. Pero aquel margen de cinco puntos se esfumó en menos de un mes.
En 29 días, las victorias se convirtieron en empates: tres seguidos en Liga, algo que no pasaba desde 2019. Rayo Vallecano, Elche CF y Girona FC han frenado al Madrid lejos del Bernabéu. Tres salidas, tres puntos. El Barça ha sumado nueve y ahora es la tropa de Flick la que manda en la clasificación, aunque sea por poco. Para completar el cuadro, el batacazo de Anfield y el único respiro llegó en Atenas. "Tenemos que cambiar la dinámica", advirtió Mbappé, la voz más autorizada en los momentos complicados.
La caída nace de la presión, uno de los pilares del modelo de Xabi. Tras números extraordinarios hasta el Clásico, el equipo ha perdido agresividad: menos recuperaciones, menos intensidad, menos presencia en campo rival. Y todo ha ocurrido lejos de casa, por culpa de un calendario condicionado por la NFL que ha obligado a esta revolución. En el Bernabéu, seis de seis; fuera, solo una victoria en los últimos cinco partidos. En lo táctico, Alonso sigue buscando una identidad estable, oscilando entre sistemas y soluciones distintas sin encontrar continuidad. Sigue también el nudo del doble mediapunta: Bellingham y Güler brillan cerca del área, pero a menudo se estorban. Y, por último, el factor Mbappé: 23 de los 41 goles del curso llevan su firma. Sin él, el paraíso se aleja. Y también el primer puesto.



