Derbi al contragolpe: Ac Milan, 'Allegrissimo'. La revancha de un entrenador 'acabado'. Maignan debe renovar ya. Inter FC, cuánto desperdicio. Juve: Comolli se equivocó en el mercado. Spalletti, como Tudor

Un contragolpe fantástico y un portero que lo para todo. Es la síntesis extrema de un derbi que confirma de pleno la candidatura al Scudetto del Ac Milan y el relanzamiento de un fútbol esencial que siempre funciona cuando se juega con personalidad y convicción.

Digámoslo claro: es la gran revancha de Massimiliano Allegri. Tras un año en el dique seco ha vuelto exactamente con ese espíritu; 'ya os lo voy a demostrar' es su consigna, y la ha contagiado a todo el equipo. El Ac Milan, como Allegri, llega de dificultades y decepciones, unidos por esa energía y las ganas de volver a ser protagonistas.

Algunos, exagerando, lo metieron en el club de los 'acabados', con poca generosidad y escaso conocimiento del balón; el respeto a sus catorce títulos y a una gran carrera debía mantenerse siempre. Simplemente, Allegri se equivocó al aceptar la Juve-bis y en el choque entre 'jueguistas' y 'resultadistas' se enredó con ligereza en un fútbol viejo, sin querer comprender las novedades. Le fue mal en los dos años en la Juve, pese a mil obstáculos societarios.

Desde fuera, con humildad, entendió los errores, se volvió a poner en juego —ya lo hemos escrito, pero conviene repetirlo—, estudió, cambió algunas ideas y reforzó el cuerpo técnico hasta once especialistas.

Ahora es un entrenador del 'primero, no encajar', pero evolucionado. En el Ac Milan también pide adelantar la defensa hasta el centro del campo; cuando sale, ataca con más hombres; exige presión y recuperación. Un fútbol a la italiana, pero no solo: más dinámico, más agresivo. Principios que en la Juve no se veían.

Hay carácter, ganas de resistir, de luchar, pero también una organización puesta en manos de un maestro como Modric: el juego funciona. El Ac Milan cree firmemente en lo que hace y el alto nivel de muchos jugadores que el curso pasado parecían desahuciados lo demuestra.

Allegri ha vuelto a ser central y carismático.

El Ac Milan ha vuelto a ser el Ac Milan. Y todo ello con un mercado incompleto: falta un '9' de verdad, y no solo eso.

Lo digo desde agosto: sin copas puede firmar el recorrido del SSC Napoli del año pasado. En cualquier caso, estará en la pelea por el Scudetto hasta el final y la clasificación lo demuestra.

El Inter FC habría merecido el empate: estrelló dos balones en los palos, falló un penalti y llevó más la iniciativa. Pero el Ac Milan clavó un contragolpe letal y, además, supo defenderse con orden, pelear cada balón y asumir los minutos sucios.

El Inter FC eso no lo sabe hacer. Gana cuando es muy dominante, cuando juega a alta velocidad. Si le cuesta imponer su fútbol, se atasca: es un límite. No por casualidad ha perdido contra la Juve, el SSC Napoli y el Ac Milan, mereciendo seguramente más. Anoche, Chivu tampoco tuvo fortuna con los dos palos y con Calhanoglu, especialista, fallando un penalti.

Más bien, se lo paró Maignan. Y aquí se abre otro melón. El portero francés termina contrato y no quiere renovar en las condiciones del Ac Milan. O quizá, directamente, no quiere renovar. Hay que convencerle: no se puede dejar ir a un guardameta así, uno que al final de temporada te suma cerca de diez puntos. Ayer, tres. El futuro del Ac Milan pasa también por ciertas decisiones, en el pasado no siempre bien gestionadas.

Arriba ahora hay cinco equipos: el AS Roma (enhorabuena a 'Gasp') por detrás de Ac Milan, SSC Napoli, Inter FC y el sorprendente Bologna de Italiano. A ojo, y sobre todo tras doce jornadas, este tren puede durar hasta el final y pelear por todo.

No está la Juve, que ya no gana. Si en Florencia siguiera Tudor en el banquillo, nadie se habría dado cuenta. Actuación nada de equipo: pocas ideas y confusas, agresividad incluso escasa. Spalletti tendrá que superarse; de momento se ha visto poco su sello. Para jugar su fútbol, a este equipo le faltan calidad en demasiados jugadores y, además, humildad.

Y, además, salen a flote los errores de mercado de Comolli. Se ha construido un equipo cojo, con dinero gastado en vano. La idea y los euros invertidos en David, Openda y Zhegrova suenan a disparate: no jugaban con Tudor, no juegan con Spalletti. Algún motivo habrá.

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