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¿Hasta cuándo puede durar el milagro de la Roma? Así ha transformado Gasperini a un equipo incompleto en el líder. En enero, dos posibles ventas pueden marcar la diferencia

¿Hasta cuándo puede durar el milagro de la Roma? Así ha transformado Gasperini a un equipo incompleto en el líder. En enero, dos posibles ventas pueden marcar la diferenciaTODOmercadoWEB.es
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Hoy a las 00:00Editorial
Raimondo De Magistris
Nacido en Nápoles el 10/03/88, licenciado en Filosofía y Política por la Universidad Oriental de Nápoles. Trabaja en TMW desde 2008, fue vicedirector durante 10 años. Enviado siguiendo a la Selección, presentador en Radio Sportiva

Desembarcado en la capital el 2 de septiembre de 2024, el defensa Mario Hermoso ya había sido oficialmente descartado por la Roma el pasado otoño. El club romano, que a finales de enero lo cedió al Bayer Leverkusen, este verano estaba listo para volver a darle salida. Para venderlo definitivamente. Lo habría hecho de no ser por la llegada de Gian Piero Gasperini, el aterrizaje en la capital de un técnico que en tres meses ha revolucionado por completo el ecosistema de la Roma. ¿Dónde quedaron las polémicas contra la directiva y las críticas al equipo? ¿Qué fue del malestar a las puertas de Trigoria y de las pancartas de protesta? Todo apagado. Todo silenciado por un entrenador sobre el que en julio aún planeaban dudas acerca de su desembarco en un grande por aquellos dos meses en el Inter hace 14 años. Pese a todo lo que vino después.
Hermoso, que no estuvo en Cremona, es hoy solo uno de los muchos futbolistas con pie y medio fuera que luego han sido relanzados. No es el único. El defensa turco Zeki Celik, en último año de contrato, hasta la llegada de Gasp era uno de los más señalados. Tildado de insuficiente, hoy es una de las certezas de la Roma como central en una defensa de tres o incluso como carrilero largo.

Hermoso y Celik, protagonistas de esta Roma líder, ¿quién lo hubiera dicho? ¿Y quién hubiera imaginado que los jefes de este vestuario son dos jugadores que hace apenas unos meses estaban en la rampa de salida? Gianluca Mancini y Bryan Cristante son el corazón de esta Roma, los verdaderos capitanes de facto del vestuario romanista. Los símbolos de un grupo que manda también por deméritos ajenos, sí, pero que está cumpliendo con nota. Un equipo que vuela pese a un mercado que no ha solucionado los problemas estructurales de la plantilla. En Cremona, los capitalinos ganaron con un once en el que Baldanzi actuó de falso nueve, gracias al primer gol de un Ferguson que hoy es una incógnita, como varios de los fichajes veraniegos. De Tsimikas a Ghilardi, del eternamente lesionado Bailey a Vasquez, pasando, precisamente, por el irlandés. A finales de noviembre la Roma ha asumido que, más allá de Wesley, no hubo grandes aciertos en verano. Que El Aynaoui es una buena alternativa y Ziolkowski, un chico por hacer. Luego, el equipo es básicamente el que ya estaba: con las luces y sombras de Dybala; con Svilar, Ndicka, Koné y Soulé como intocables, igual que los dos líderes recuperados. Con Pellegrini volviendo a buen nivel, pese a su contrato que vence y todo lo sucedido el pasado verano. Gasperini ha tenido que arreglárselas con lo que había y, hasta ahora, lo está haciendo de maravilla. Pero, ¿cuánto puede durar?

Difícil decirlo, pero las carencias estructurales se perciben incluso ahora que la Roma mira a todos desde arriba. Los problemas que había en agosto son los mismos de ahora, los que Gasperini está tapando con mucha mano. A esta Roma le falta un Lookman; en verano, Massara intentó hasta el final fichar a Jadon Sancho, pero tuvo que claudicar. También necesita un nueve con gol, porque no hay en la plantilla un delantero centro del perfil que le gusta al técnico. Debía llegar en lugar de Dovbyk, pero sobre la bocina nada cambió.

Y mejor decirlo en el punto más alto, tras uno de los mejores partidos del curso: que la Roma compita por el Scudetto hasta el final pasa solo por el mercado de enero, teniendo en cuenta además que —salvo imprevistos— Ndicka y El Aynaoui en unas semanas se irán a la Copa de África. En enero, las peticiones serán las mismas que a finales de agosto: ante todo, un extremo zurdo y un delantero centro. Pero también en enero, por las restricciones del Fair Play Financiero, los problemas serán idénticos: vender para comprar. Saber vender bien para reinvertir lo ingresado en las llegadas. Los nombres marcados en rojo para hacer caja ya están claros: Tommaso Baldanzi y Artem Dovbyk. Son dos ventas que pueden marcar la diferencia para reforzar la plantilla de cara a la segunda y decisiva parte de la temporada. Porque hasta los milagros tienen un límite: Gasperini está haciendo un trabajo extraordinario, pero también hará falta el trabajo de Massara para pelear hasta el final. Para intentar convertir el sueño en realidad.

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