El presidente del Sanatatea Cluj entra en la historia del fútbol rumano: salta al césped con 61 años

A sus 61 años, Aurelian Ghisa escribió una página imborrable en la historia del fútbol rumano. La noche del miércoles, el presidente del Sanatatea Cluj (club de Tercera División) saltó al césped en el tramo final del duelo de la Copa de Rumanía perdido 4-1 ante el Universitatea Craiova, convirtiéndose así en el jugador más veterano en disputar una competición oficial en el país.

Con el dorsal 55, Ghisa ingresó en los minutos finales, con el choque ya sentenciado, y despertó curiosidad y admiración. No era, sin embargo, su primera experiencia de este tipo: su última aparición databa de 2011, también en Copa, en una derrota por 0-4 frente al histórico Steaua de Bucarest (hoy FCSB). El directivo explicó su gesto con naturalidad: "Siempre estoy listo para jugar. Me entreno con regularidad con el equipo y paso el reconocimiento médico cada año. Si hay que ayudar, entro al campo sin problemas", declaró al canal local Digisport.

Ghisa, además de presidente, es un apasionado infatigable, y ofreció una prima de 500 euros por el partido a sus jugadores, o mejor dicho, a sus compañeros. Con esta aparición, el directivo-jugador supera incluso al incombustible japonés Kazuyoshi Miura, aún en activo a sus 58 años, y se acerca a leyendas como el italiano Lamberto Boranga, que con 83 intentó un regreso simbólico al fútbol amateur. Un ejemplo de longevidad y pasión que confirma que, en el fútbol, la edad es solo un número.