El fútbol turco, sacudido por el escándalo de apuestas: además de los árbitros, más de mil futbolistas suspendidos
La Federación Turca de Fútbol (TFF) ha decidido adoptar medidas drásticas en el caso de corrupción y apuestas ilegales que está sacudiendo el fútbol nacional. Al amparo del artículo 57 del reglamento disciplinario, 1.024 futbolistas sospechosos de haber apostado en partidos serán sometidos a un procedimiento cautelar ante la Comisión Disciplinaria del Fútbol (PFDK) a partir del 10 de noviembre. La decisión llega tras una investigación a fondo de la TFF después de descubrirse una amplia red de apuestas clandestinas que implica a futbolistas y árbitros.
Para limitar el impacto deportivo de las suspensiones, la TFF ha abierto conversaciones con la FIFA para introducir una ventana extraordinaria de fichajes internos de quince días. El calendario de Tercera y Cuarta división se ha pospuesto dos semanas, mientras que la Süper Lig y la TFF 1. Lig (la Segunda División turca) seguirán con normalidad.
Además, los casos de 47 futbolistas en los que se ha detectado un único episodio de apuesta se revisarán de forma individual para evitar sanciones injustas o irreversibles. Este nuevo movimiento marca un punto de inflexión en la crisis que atraviesa el fútbol turco. Tras las revelaciones sobre la implicación de árbitros en las apuestas, la TFF quiere limpiar el sistema. El presidente, İbrahim Hacıosmanoğlu, ha reiterado su intención de "eliminar las impurezas" del fútbol turco, lanzando un mensaje claro a futbolistas, directivos y aficionados: tolerancia cero.



