Tres destituciones y sin relevo inmediato en la Serie A
Un paradoja resuelta a los pocos días, pero una situación que ya se ha repetido tres veces en este campeonato. De tres. Primero la Juventus, luego el Genoa CFC, ahora la ACF Fiorentina. Y no fue por un desplome repentino ni por dimisiones inesperadas. La ruptura entre Simone Inzaghi y el Inter FC, y la de Raffaele Palladino con los 'viola', si acaso, eran casos límite en los que se entendía el impasse posterior, la indecisión por no elegir a toda prisa (aunque luego la historia dictara veredictos opuestos).
Sin embargo, la Juventus que destituye a Igor Tudor, según la lógica de muchos profesionales, no debería haber alargado tanto la historia con el croata ni haber llegado a jugar un partido con un 'interino'. En un gran club, una salida debería llevar aparejada una decisión ya tomada sobre el relevo y la herencia del banquillo. Luego Massimo Brambilla demostró saber manejar al grupo en un momento durísimo, pero la llegada de Luciano Spalletti (aunque después los resultados le dieran la razón) se retrasó unos días.
Luego el Genoa. Colista, apenas cuatro días antes de la separación con Patrick Vieira (y con Marco Ottolini, director deportivo), la propiedad había salido a explicar su confianza total en el proyecto. En el director deportivo y en el técnico. Zas. Contra el Sassuolo, Domenico Criscito, sin licencia, tuvo que estar acompañado por Roberto Murgita. Ahora llega el heredero (Daniele De Rossi), pero es una decisión que debería haber estado tomada.
La Fiorentina es la paradoja más grande. Desde el domingo ya estaba cantada la despedida de Stefano Pioli. 'No habrá ningún interino', se filtraba desde el Viola Park. De hecho, ante el Mainz (¿y contra el Genoa?) estará Daniele Galloppa. Improvisación y pésimo manejo de los tiempos. Llámenlo como quieran. Pero en un mundo millonario como el fútbol...



