Sneijder: "Mourinho, un padre. ¿Benítez? En el Inter FC también se lo pusimos difícil"
Wesley Sneijder ha vuelto a hablar de su llegada al Inter FC en el verano de 2009. Entrevistado por Marca, el holandés quiso recordar aquel traspaso: "Fue solo una cuestión de tiempos. No estaba al cien por cien en lo mental. Llegaron grandes jugadores como Kaká, Karim Benzema, Xabi Alonso, Cristiano Ronaldo y otros tuvimos que hacerles hueco, entre ellos Arjen Robben y yo. En Madrid tuve un primer año increíble; luego surgieron problemas personales que complicaron mi segunda temporada. Si no hubiera pasado, quizá seguiría allí... Bueno, ahora no, ya soy demasiado mayor. Pero quizá habría jugado más de lo previsto porque no quería irme del Real Madrid. Nadie quiere irse del Real Madrid".
De todos modos, no puede quejarse de cómo acabó aquella temporada.
"Bueno, por otra parte, todo pasa por algo. Un año después volví al mismo estadio (el Santiago Bernabéu) con el Inter FC para jugar la final de la Champions (22 de mayo de 2010 ante el Bayern Múnich). Quizá, si me hubiera quedado en el Real Madrid, habría ganado muchas más Champions y todo habría sido distinto. No me gustó dejar el club, pero al final creo que todo pasa por algo".
Mourinho cambió su carrera.
"Era como un padre. La manera en que me convenció para ir al Inter FC, para firmar por el Inter FC, fue realmente especial. No quería decir 'especial' porque es fácil decirlo. Él se definía 'especial', y lo es sin duda, pero es un verdadero padre, y te explico por qué: a los seis meses de aquella temporada 2010, un lunes por la mañana me llamó a su despacho. Ese fin de semana teníamos partido y me dijo: 'Wes, ¿cómo te sientes?'. Le dije que me sentía bien, seguíamos ganando partidos. Pero Mourinho dijo: 'No, te veo un poco cansado'. Yo le respondí: 'No, míster. Estoy bien'. Él insistió: 'No, no, no, no, no. Vete a ver a tu hijo'. Mi hijo vivía en los Países Bajos. Le dije que no quería ir porque quería jugar el fin de semana. Él respondió: 'No, te digo que vayas y vuelvas el jueves por la noche. ¿El viernes? Entrenas tú. El sábado tenemos partido'. Le dije que así solo podría entrenar una vez, el viernes. Él contestó: 'Exacto'. Así que me fui a Holanda y en ese momento sentí que era como mi padre. Quería que fuera a ver a mi hijo, que pasara tiempo con él y que regresara y, el jueves por la noche, ya estaba de nuevo en el avión pensando: 'Vaya, lo que ha hecho por mí'. No sé si otro entrenador habría hecho lo mismo, pero tenía que devolverle el favor el sábado, y eso fue lo que hice. Tenía ese papel paternal con todos los jugadores, no solo conmigo".
Con Benítez cambió algo.
"Estábamos todos dolidos por la salida de Mourinho; Benítez llegó en el peor momento para el club. Así que tengo que ser honesto. No le fue fácil trabajar con nosotros, y nosotros también se lo pusimos difícil. No logramos conectar. Me encontré con Benítez hace un par de meses y tuvimos una buena charla. No es mala persona. No digo que fuera mal entrenador, porque también ha logrado grandes resultados en el fútbol. Simplemente no era la elección adecuada en aquel momento".



