Nada de Salzburgo: Bernardeschi encuentra la bebida energética adecuada y el Bolonia ‘se echa a volar’
Hay eslóganes publicitarios tan machacones que se te meten en la cabeza hasta convencerte del mensaje que proclaman. Así, si una bebida energética repite que, si la bebes, 'te da alas', al final te lo crees.
Evidentemente, esa célebre bebida también circula por el centro técnico de Casteldebole, porque el Bolonia, en la quinta jornada de la Europa League, se puso las alas y despegó de verdad: 4-1 al Red Bull Salzburgo, cuatro dianas firmadas por todo el frente de ataque alineado por Vincenzo Italiano (Odgaard, Dallinga y, precisamente, los extremos Bernardeschi y Orsolini) y tres puntos que valen oro de cara a lo que viene en Europa.
El partido fue un manifiesto de la mejor versión europea del Bolonia: agresivo, brillante, vertical. Abrió la lata Odgaard, oportuno como un auténtico depredador del área. El segundo lo firmó Dallinga, letal ante el meta austriaco. Pero el Bolonia no se quedó ahí. La segunda parte fue un monólogo y las bandas se adueñaron del foco. Precisamente ellos, esos que, según el eslogan de esa famosa bebida energética tan querida en Salzburgo, te 'dan alas'.
Federico Bernardeschi hizo el tercero y confirmó su momento dulce: lleva dos partidos seguidos viendo puerta tras el tanto en Údine. Algo que no le pasaba desde mayo de 2024, cuando en la MLS con el Toronto marcó contra FC Dallas (2), New York City (1) y Montreal (3) —casualmente, el club de la familia Saputo—. Si miramos a su etapa en Italia, la última racha similar se remonta nada menos que al periodo entre el 22 de diciembre de 2016 y el 11 de enero de 2017, cuando, con la camiseta de la ACF Fiorentina, vio puerta ante el Nápoles en Serie A (2) y frente al Chievo en la Copa de Italia (1).
Italiano debe de haber encontrado el antídoto adecuado, o mejor dicho, la bebida energética adecuada, y ahora lo disfruta. “Le veo sonriente y para mí eso ya es una gran victoria, porque ponerle a tono era mi misión —explicó el técnico rossoblù en rueda de prensa, y añadió—. Está volviendo a ir fuerte y aún tiene un buen margen de crecimiento”.
Para completar la fiesta, apareció el de siempre, Riccardo Orsolini, un martillo del gol al que ya empiezan a conocer también en Europa. Así que, partidazo, victoria, sonrisas, goles de todo el frente ofensivo y un Dall’Ara que empujó de lo lindo (la última derrota en casa data del 24 de mayo, ndr).
Tras el empate con el Brann, el Bolonia ha recuperado confianza, convencimiento y, sobre todo, los 3 puntos. El pase está ahora más cerca y da la sensación de que este equipo, cuando de verdad despliega las alas, puede llegar muy lejos. En Europa y más allá.



