En el SSC Napoli, la ropa sucia (ahora) se lava en casa: Conte habla a la plantilla, pero no en rueda de prensa

El SSC Napoli llega al duelo de mañana ante el Atalanta con la urgencia de recuperar identidad, gol y, sobre todo, certezas. Los últimos cuatro partidos han dejado cicatrices profundas: solo un tanto —además a balón parado— y demasiadas derrotas (cinco en total desde el inicio de la temporada; “Son demasiadas”, como admitió su técnico) que han minado la confianza y la serenidad. Por eso Antonio Conte, una vez más, ha optado por el cara a cara. Lo hizo ayer, como en días anteriores, pero por primera vez con el grupo por fin al completo tras el regreso de todos los internacionales.

En Castel Volturno se respiró un ambiente distinto. Y quizá por eso no habrá la clásica rueda de prensa previa al partido: ahora la ropa sucia se lava en casa, en privado, y en público, silencio. Durante la cita de ayer, el técnico salentino no pronunció un simple discurso, sino que propició un ejercicio de claridad interna. Una charla no demasiado larga pero sí significativa, en la que el entrenador reiteró conceptos clave ya expresados tras el partido contra el Bolonia. Intensidad, ritmo, obsesión por los detalles: los principios del método Conte, de los que —dejó claro— nadie puede descolgarse ni ahora, en el momento más delicado de la temporada. Conte sabe perfectamente que, para levantarse, necesitará respuestas de sus hombres más representativos. Líderes llamados no solo a aportar calidad sobre el césped, sino a guiar a un grupo que en las últimas semanas ha perdido certezas. Identidad, solidez y responsabilidad: esas son las palabras que resuenan en Castel Volturno.

El calendario no da tregua. Mañana espera el Atalanta en el Maradona, a las 20:45: un cruce de peso por clasificación, moral y perspectivas. Luego llegará el duelo ya decisivo de la Champions League ante el Qarabag y, después, el partidazo con el AS Roma. Tres exámenes en pocos días que dirán mucho sobre el futuro del SSC Napoli. Para volver a arrancar hace falta una reacción fuerte e inmediata. Y Conte quiere que llegue ya mañana.