El Parma hace recuento de lesionados. Y Suzuki pasará por el quirófano en Japón

Han sido semanas especialmente complicadas para el Parma en materia de lesiones. En los dos últimos partidos cayeron tres titulares del plantel de Carlos Cuesta: primero Nahuel Estevez y Alessandro Circati en el duelo contra el Bolonia, y después Zion Suzuki en el tramo final ante el AC Milan. Estos contratiempos obligaron, sobre todo al australiano y al japonés, a renunciar a la convocatoria de sus respectivas selecciones, ya clasificadas para el próximo Mundial. El verdadero problema para el Parma es que estas bajas se suman a muchas otras que marcaron el arranque de temporada de los crociati: antes de que empezara la liga, Frigan y Ondrejka ya se habían dado de baja; luego llegaron los problemas físicos de Valenti, Almqvist y Oristanio y, por último, la lesión de Valeri, que dejó al Parma sin su principal máquina de centros.

En definitiva, un inicio de curso nada afortunado para Carlos Cuesta y los suyos, obligados a lidiar con una plaga de lesiones que ha condicionado las decisiones del técnico mallorquín. Ante el AC Milan, sin embargo, por fin llegó una buena noticia: en la segunda parte, Emanuele Valeri reapareció y disputó los minutos finales. Un gran alivio para los crociati y, sobre todo, para Mateo Pellegrino, que recupera al socio que más asistencias le ha dado desde que está en Parma. Y en tierras ducales ya hay expectación por otro regreso: hablamos, cómo no, de Jacob Ondrejka, que la semana pasada volvió a completar parte del entrenamiento con el grupo. Según el propio Carlos Cuesta, su vuelta debería producirse después del parón de selecciones y sería un refuerzo de oro, vista la gran aportación del atacante sueco la pasada temporada: nada menos que cinco dianas decisivas para amarrar la permanencia de los gialloblù.

Si unos están a punto de volver, otros tendrán que irse muy lejos para iniciar su recuperación. Es el caso de Zion Suzuki, lesionado ante el AC Milan: sufre una fractura desplazada del tercer dedo de la mano y del escafoides que obligará al guardameta nipón a pasar por el quirófano. La operación se realizará en Japón y solo después se podrán fijar los plazos de recuperación; en cualquier caso, parece imposible que regrese antes de tres meses. El Parma deberá estudiar cómo sustituir a su portero titular.

Sobre la mesa hay varias vías. La primera, apostar por alguno de los otros porteros de la plantilla: Edoardo Corvi o Filippo Rinaldi, ninguno de los cuales ha debutado esta temporada. Tampoco se descarta acudir al mercado de jugadores libres, donde hay nombres con experiencia que encajarían en lo que busca el Parma: Sepe, Sirigu, Consigli o Rui Patrício podrían entrar en el radar del club parmesano. Veremos cómo evoluciona el escenario, sin olvidar una tercera opción: afrontar los seis partidos que restan con Corvi o Rinaldi y moverse en el mercado durante la ventana de enero.