El Inter FC sigue la estela del curso pasado, pero Chivu marca un cambio de ritmo
El parón congela la Serie A en un equilibrio casi perfecto. Los dos que marcan el paso son Inter FC y AS Roma, pero pegados vienen SSC Napoli y AC Milan, con el Bolonia y la Juventus algo más descolgados y listos para asaltar la zona Champions. También resulta complicado, al menos por ahora, trazar una jerarquía clara de candidatos al Scudetto. Basta un grano de arena para inclinar la balanza hacia un lado u otro. El parón de selecciones invita, como siempre, a comparaciones y análisis, sobre todo con el pasado reciente. Y pensando en el Inter FC de Cristian Chivu, hay analogías y diferencias que explican a la perfección los puntos de unión y de ruptura con la era reciente de Simone Inzaghi.
Misma clasificación y una Champions en modo protagonista
Vamos con la Serie A. Los nerazzurri llegaron a este parón con 24 puntos, la misma situación que hace un año tras once jornadas. La pasada temporada, eso sí, los nerazzurri eran segundos a la estela del SSC Napoli. El balance no es menor, sobre todo si pensamos en los murmullos de las primeras fechas, cuando Lautaro Martínez y compañía cayeron tanto ante el Udinese como frente a la Juventus. Parece que ha pasado una eternidad y el tiempo ha cerrado varias heridas. El equipo de Chivu lidera la Serie A y tampoco sufre el vértigo de la Champions, tras cerrar las cuatro primeras jornadas con 12 puntos. Mejor que el curso pasado, aunque el calendario ha sido claramente más benévolo.
Equilibrio de vestuario, Chivu marca el cambio de ritmo
Las palabras de Cristian Chivu en la rueda de prensa después del partido contra la Lazio no pasaron desapercibidas. Un pasaje en particular dio en la tecla: "Todos deben sentirse titulares; si no juegan nunca, no puedo decirles ciertas cosas mirándoles a los ojos. Luego se puede ganar, perder o empatar. Me interesa que todos estén implicados". Esa es quizá la mayor revolución del técnico rumano. Inzaghi había construido una máquina casi perfecta, basada en jerarquías muy definidas. Por un lado, eso sostuvo el buen momento del Inter FC, con automatismos muy engrasados; por otro, no condujo a una implicación plena de la plantilla. Chivu va en dirección contraria. Los resultados le dan la razón y, salvo contadas excepciones, todos reman en la misma dirección.



