Caldara estaba llamado a ser el futuro de la Juventus y del AC Milan. Solo una aparición en la Serie A en cinco años
"Muchos equipos se interesaron por mí en aquellos meses. En diciembre me fichó la Juventus". Mattia Caldara estaba llamado a ser el futuro bianconero. Para sumarse a Bonucci, Barzagli y Chiellini, y armar una zaga totalmente italiana. Muy distinta a la actual, que cuenta con cinco extranjeros de seis (mejor dicho, seis de siete). Pero todo salió de otra manera. "En aquella época la Juve era otra cosa, inalcanzable. Con la Juventus, sin embargo, no llegué a jugar nunca. Seguí cedido en Bérgamo y fue lo correcto. Aún no estaba preparado para un salto así. A Turín llegué en 2018, pero sin quedarme. Venía de temporadas en las que estaba acostumbrado a jugar y allí tenía por delante a Chiellini, Bonucci y Barzagli. 'Ten paciencia, Mattia. Quédate aquí', me repetía Giorgio. Pero yo sabía que no iba a tener sitio. Me quedé pocas semanas, solo para la pretemporada".
El Caldara de su primer año en Bérgamo fue extraordinario. Un gol al SSC Napoli tras una carrera de 70 metros parecía el inicio de una carrera brillante y fulgurante. Pero los problemas físicos le frenaron. Primero, un problema de espalda, difícil de corregir y que mermaba su rendimiento. Después, la lesión de rodilla.
Resultado: cero partidos con la Juventus. Cero con el AC Milan en la Serie A, dos en total. Luego, marcha atrás: 27 apariciones con el Atalanta de Gasperini, 22 con el Spezia, y su primer partido liguero con el AC Milan, cinco temporadas después de su llegada. Por último, el Modena, el curso pasado en Serie B. Hasta el aviso del especialista en julio: 'Mattia, ya no tienes cartílago en el tobillo. Si sigues, en unos años tendremos que ponerte una prótesis'. Una verdadera lástima.



