Sin Orsolini, no hay fiesta. Con él saliendo desde el banquillo, el Bolonia solo ha ganado una vez
Sin Orsolini, no hay fiesta. No, no es el nuevo anuncio de una conocida bebida alcohólica, sino simplemente una curiosidad estadística ligada a los triunfos del Bolonia cuando Riccardo Orsolini sale desde el banquillo. Solo en una ocasión, ante el Cagliari el pasado 19 de octubre, el conjunto de Italiano encontró la victoria con su hombre de mayor calidad entrando con el partido en marcha.
En las demás llegaron dos empates y dos derrotas: la derrota en la primera jornada de la fase de grupos de la Europa League, la caída en el campo del Aston Villa, el empate con el Torino del 29 de octubre y las tablas en casa esta noche ante el Brann. Eso sí, contra los noruegos el Bolonia se vio obligado a jugar con diez casi todo el choque y, en el tramo final, el portero del Brann se sacó al menos dos paradas milagrosas. Habría merecido seguramente mucho más.
Es evidente que Orsolini no puede jugarlo todo; también necesita aire, y es lógico que Italiano tome sus decisiones. Pero es innegable que el mayor peligro para los rivales nace de su desequilibrio.



