En Génova fue un símbolo y hoy vuelve como rival: ¿cómo recibirá el Ferraris a Gud?

Veinticuatro millones y pico. Es la cifra que selló el traspaso de Albert Gudmundsson del Genoa CFC a la ACF Fiorentina, entre cesión onerosa y traspaso definitivo. Una operación que no fue indolora para la afición rossoblù, porque el islandés, en dos años y medio en la ciudad, más que un futbolista se había convertido en todo un símbolo.

Llegado en enero de 2022, Gudmundsson explotó con Alberto Gilardino en el banquillo, tras el breve y desafortunado paréntesis de Blessin. Fue él, liberado en la mediapunta y convertido en protagonista, quien llevó al Genoa CFC al ascenso a la Serie A de 2023, cerrando como máximo goleador. Desde entonces, el vínculo con la ciudad siguió siendo profundo. Génova se encariñó muchísimo con un chico sencillo, cercano a la gente, que se dejaba ver por el centro o en la playa de Boccadasse con la toalla rossoblù en la mano.

Su regreso hoy al Ferraris, como rival, no dejará a nadie indiferente. En la memoria de la afición aún quedan imágenes imborrables, como la de Albert sonriente, en Vespa con un aficionado, tras la noche de fiesta por el ascenso, o el vídeo en el que intentaba aprender a hacer focaccia. Hoy, sin embargo, el romanticismo choca con la realidad de una clasificación complicada para el conjunto genovés. Veremos cómo decide el Ferraris recibir a su ex hijo pródigo.