"Me voy a volver loco". Italia-Noruega, avisa Solbakken: "No vamos a echar a perder una clasificación perfecta"
Una obsesión, una esperanza y las ganas de espantar los fantasmas de una clasificación al Mundial que se les resiste desde hace dos ediciones. Concretamente desde 2014, en Brasil, cuando Giorgio Chiellini recibió un mordisco de Luis Suárez en aquel Italia-Uruguay. La Azzurra de Rino Gattuso, sin embargo, casi con toda seguridad tendrá que pasar por la maldita repesca por tercera vez consecutiva, porque solo un 9-0 esta noche contra Noruega le permitiría el acceso directo al Mundial 2026 en Estados Unidos, México y Canadá.
Esto se debe a que Italia paga el peaje de la diferencia de goles y de los tres puntos de desventaja en el Grupo I respecto a su rival directa. Cualquier batalla "seria" por la clasificación mundialista, por tanto, queda aplazada a marzo para los de Gattuso, porque Noruega tiene ya pie y medio en el torneo. Pero sin la certeza matemática, el seleccionador Stale Solbakken no quiere correr riesgos: por eso se reservó un momento sobre el césped del Meazza de San Siro, durante la última sesión de entrenamiento en la víspera, para hablar cara a cara con Haaland y compañía, arremolinados a su alrededor en círculo.
"Vendrán 7.000 noruegos. La familia real estará aquí. El mundo entero os va a mirar, así que tenemos que dar la cara", fue el arranque del discurso motivacional del técnico. "Es imposible asustaros, pero tenéis que dejaros ver. Desde el primer segundo de partido", subrayó Solbakken. Tocando fibra sensible en el enfoque mental ante Italia: "Lo único que me preocupa es que uno o dos de vosotros no aparezcáis. Es normal en situaciones así. Pero cada uno de vosotros tiene que asumir esa responsabilidad".
Y añadió: "Hasta ahora hemos hecho una clasificación perfecta, no la vamos a echar a perder solo porque uno o dos de vosotros no salgáis bien. Si no, me voy a volver loco", avisó el seleccionador de Noruega. El vídeo difundido por la Federación se cierra con una patada al balón para intentar, en tono jocoso, acertar a uno de sus jugadores, rebajando la tensión y devolviendo un clima distendido al grupo.



