¿Dzeko con el megáfono, riesgo de sanción? Qué dice el Código: existe el precedente del Spezia-AC Milan
La ACF Fiorentina, llamada a capítulo por la curva; Edin Dzeko, con el megáfono. Escenas en Bérgamo, donde el conjunto viola sufrió su séptima derrota de este campeonato: los hombres de Paolo Vanoli se acercaron al sector visitante y el ariete bosnio pidió el apoyo de la afición en un momento delicado: «Os necesitamos». ¿Escenas inéditas? No exactamente, pero impacta ver a un futbolista con el megáfono, sobre todo para dirigirse a la grada en estos tonos y no —por ejemplo— para arrancar cánticos tras ganar algún título (una escena, esa sí, más que habitual). Imágenes que, en cualquier caso, pasarán por el filtro de la Fiscalía Federal que dirige Giuseppe Chiné, aunque es poco probable que desemboquen en algún tipo de medida. El endurecimiento de las relaciones con la hinchada data de 2015 y buscaba precisamente evitar episodios de este tipo, pero la normativa es bastante clara al respecto.
Qué dice el Código de Justicia Deportiva. El asunto se recoge en el artículo 25 («Prevención de hechos violentos»), cuyo apartado noveno establece: «Durante los partidos o en situaciones vinculadas al desempeño de su actividad, los federados tienen prohibido mantener interlocución con los seguidores o someterse a manifestaciones y comportamientos de estos que constituyan formas de intimidación, supongan ofensa, denigración o insulto a la persona o, en cualquier caso, vulneren la dignidad humana». La sanción para los jugadores es la prevista en la letra e) del apartado 1 del artículo 9: suspensión de uno o varios partidos, además de una multa de 20.000 euros.
Es el propio artículo, sin embargo, el que exige determinadas condiciones: en el episodio de Bérgamo parecen faltar —a la espera de la valoración de Chiné y, en su caso, de los órganos de justicia deportiva— los elementos de «intimidación, ofensa, denigración o insulto a la persona». Por ello, el expediente, que el fiscal debe abrir de oficio en estos casos, debería acabar en archivo. Como ocurrió, por lo demás, en el precedente más evidente: en mayo de 2023, los jugadores del AC Milan se dirigieron a la curva rossonera en su visita a La Spezia, durante poco más de un minuto. Imágenes que dieron la vuelta a la red, pero que no derivaron en ninguna medida contra los futbolistas entonces entrenados por Stefano Pioli. La única diferencia, si se atiende a una interpretación muy literal de la norma, tiene que ver con el concepto de «interlocución»: los jugadores del AC Milan, a diferencia de Dzeko, que ayer cogió el megáfono y arengó a la afición, guardaron silencio.



