La chilena al inicio, el gol desde el centro del campo al final: Escocia vuelve al Mundial 28 años después
No había alternativa. La Escocia tenía que ganar, agarrada a la mística de Hampden Park, para amarrar el liderato del grupo y superar a Dinamarca. Y así fue, en un partido que quedará grabado en la memoria de los aficionados británicos durante mucho, mucho tiempo: en Glasgow acabó 4-2, tras una montaña rusa de emociones y dos tantos —los decisivos— firmados por los locales en el descuento. Llega así una clasificación histórica para la Copa del Mundo, esperada durante 28 años.
El ambiente era eléctrico horas antes del pitido inicial y Escocia saltó al césped con una ferocidad palpable. A los tres minutos, Ben Doak sembró el pánico por la derecha y puso un centro que McTominay convirtió en gol con una chilena espectacular. Fue el único disparo escocés de toda la primera parte: máxima solidez, orden y sacrificio para contener el talento ofensivo danés, pero la retirada en camilla de Doak a los 21 minutos complicó el plan de partido.
En los primeros 45', Escocia solo tembló con un gol anulado a Hojlund. Dinamarca fue ganando metros con el paso de los minutos y tras el descanso encontró pronto el empate: un penalti muy discutido señalado por Marciniak y transformado por el delantero del SSC Napoli devolvió el equilibrio. La expulsión de Kristensen pocos minutos después supuso otro giro y dio oxígeno al equipo de Clarke: Shankland hizo estallar Hampden en el 78', antes del nuevo empate firmado por Dorgu en el 83'. Parecía que el choque moriría en tablas, pero la apoteosis llegó en el descuento: Tierney hizo el 3-2 en el 93' y McLean cerró el triunfo con un gol desde el centro del campo (Schmeichel estaba fuera de su portería en el arreón final). Una noche épica, destinada a quedar para siempre en la historia del fútbol escocés.



