Orsolini: "Italiano ha creado una máquina casi perfecta. Thiago Motta, un loco revolucionario"
Entre los muchos entrenadores que ha tenido en su carrera Riccardo Orsolini, dos han marcado inevitablemente sus últimos años en el Bologna FC. En la larga entrevista concedida a Cronache di Spogliatoio, volvió sobre la etapa con Thiago Motta: "Llegó y trajo cambios en el terreno de juego, muchísimas novedades. Con él nos convertimos en un equipo bonito de ver, eficaz y que daba resultados. Practicábamos un fútbol vistoso y alegre, cuidamos un poco más la estética. Logramos la histórica clasificación para la Champions y nos llevó al techo de la historia reciente del Bologna FC".
¿Alguna anécdota con Thiago Motta?
"Era un loco revolucionario. Tenía sus propias ideas de juego, también de entrenamiento, totalmente diferentes al enfoque de un técnico estándar. Dedicábamos poco tiempo al rival; nos centrábamos más en nosotros, en nuestro fútbol, luego también veíamos vídeos, claro… Centrábamos las sesiones en lo nuestro, éramos un poco presumidos, descarados. Marcó un punto de inflexión: en el primer año nos habituamos a sus métodos, queríamos entrar en Europa y acabamos superando las expectativas. Luego tomó otro camino, pero nos dejó unas bases importantes".
Thiago Motta le pedía que jugara con una sonrisa.
"Son cosas con las que comulgo. A veces sirve para rebajar la tensión, para tranquilizar; une. En el campo, estar concentrados, jugar bien, con carácter, pero con una sonrisa, ayuda mucho. Siempre he afrontado mis batallas así y, para mí, es la forma correcta".
Luego llegó Italiano.
"Tuvo la inteligencia y la habilidad de juntar sus conocimientos con los que ya tenía el equipo para montar una máquina casi perfecta. Conectamos desde el primer día porque valoro muchísimo a la gente franca: así entiendo lo que sientes; eres real y transparente. Al principio costó: él no lograba transmitirnos sus ideas y nosotros no las entendíamos, pero luego nos soltamos, conectamos y el encaje fue perfecto. La conquista de la Copa de Italia fue la guinda del pastel al proceso y nos convertimos en un equipazo".



