La Fiorentina, vuelve a correr la sangre viola: ante la Juve, señales de reacción
Paso a paso. Vanoli lo ha dejado claro en las últimas ocasiones en las que ha podido exponer la filosofía con la que ha aterrizado en una Fiorentina colista. La Juventus no era precisamente un rival cómodo, pero los viola se llevaron un punto que no altera la tabla, aunque sí deja la sensación de un equipo listo, por fin, para echar a andar.
Los fantasmas de la primera parte
En el primer tiempo, la Fiorentina saltó al césped bien plantada y ordenada, pero la falta de valentía y los errores de siempre helaron al Franchi hasta el gol de Kostic, que pudo dejar K.O. a un equipo aún en busca de su identidad. Un Vanoli desatado en la banda se dejó la voz pidiendo a una defensa que tiraba la línea demasiado lenta y a un centro del campo excesivamente temeroso. Pintaba otra vez a desastre.
El 'vanolismo' del descanso
La Fiorentina, sin embargo, arrancó la reanudación dejando claro que, en las entrañas del Franchi, Vanoli debió ser convincente y, de hecho, a los 3 minutos llegó el golazo de Mandragora, que cada vez que se cruza con su ex equipo se enciende. Pero el gol no fue la única señal: la Fiorentina salió más determinada, más equipo. Un mensaje de cara a las próximas semanas, porque es evidente que el técnico ha tocado alguna fibra. Solo la imprecisión de siempre y un poco de miedo a ganar le impidieron firmar el 2-1 en un asedio que duró hasta el 20'. Después, la Juve intentó volcarse arriba, con Spalletti tirando de todo el arsenal ofensivo, pero sin generar peligro. También Vlahovic, protagonista en la primera parte con dos ocasiones (un penalti anulado y un mano a mano mal resuelto por el serbio), se marchó otra vez sin dejar huella, entre los pitos del Franchi, que llegaron tras los habituales cánticos ofensivos que animaron el primer acto.
Paso corto
Los últimos minutos empujaron a Vanoli a transmitir a los suyos la necesidad de asegurar el puntito, y el equipo cumplió defendiéndose con dificultades, también físicas, pero dejando la sensación de volver a sentirse equipo. Se vio en la celebración, en la entrega de varios jugadores, también de los que salieron desde el banquillo. Mucho sacrificio y, además, más lucidez que en semanas anteriores. Decir que la Fiorentina está curada tras un empate en casa y con una clasificación que la mantiene última sería una locura, pero la fiebre parece bajar y, tras el 'caldito' de Génova, quizá ya ha empezado el tratamiento para salir de la crisis.
Un entusiasmo tímido
Ahora la Fiorentina deberá ir a por la victoria ante el AEK en Conference para evitar el riesgo de perder la opción de saltarse la ronda intermedia de febrero. Luego llegará otra batalla, la que le enfrentará al ex Palladino y a una Atalanta ni mucho menos arrolladora. Pero eso será otra historia. De momento, un pequeño paso adelante que servirá para vivir una semana con menos presión y, quizá, con un punto de entusiasmo: el que se respiró en la grada tras el 1-1 de Mandragora, entusiasmo necesario para dar continuidad al puntito ante la Juventus.
El Comentario de Angelo Giorgetti:
Ha vuelto a correr algo de sangre por las venas de la Fiorentina. Queda una subida larga, larguísima, pero algo ha cambiado: es pronto para llamarlo resurrección; quizá es solo la consciencia de ser colistas y que toca pedalear. La victoria sigue sin llegar, pero volvieron los aplausos para los jugadores al final del partido. No es poco, viendo cómo estaba el asunto.
El Comentario de Stefano Prizio:
No me disgustó la Fiorentina frente a la Juventus. El partido acaba en empate (1-1), un punto que mueve la tabla tras un duelo entre dos equipos lejos de su mejor versión. La tan ansiada victoria tampoco llega esta vez, pero el equipo se expresa mejor que con Pioli. Hoy habrá que conformarse con esto en ausencia de algo más, junto a las buenas señales que llegan de algunos nombres propios, como Kean, que no encuentra el gol, pero sí la garra y el coraje; como el carácter del equipo para igualar el tanto encajado en el primer tiempo, un tiro lejano de Kostic. Apunte al margen: este equipo por fin se anima con más convicción a probar desde fuera del área, algo positivo porque denota carácter. Además del gol del empate, recuerdo un intento de Parisi y otro de Fortini... y a base de intentarlo, a veces entra.



