El Udinese confirma sus defectos: ante el Bolonia regala otros tres goles
El Udinese encajó su segunda derrota consecutiva, 0-3 ante el Bolonia en casa, en el Bluenergy Stadium. Otro tropiezo en el que, una vez más, los errores en la lectura defensiva salen carísimos, en un encuentro que los friulanos controlaron bien hasta el inicio de la reanudación, cuando una serie de fallos groseros permitió a Pobega encarrilarlo con un rápido uno-dos.
El técnico Kosta Runjaic optó por un par de variaciones respecto al partido contra la AS Roma: Ehizibue y Davis. El primero entró en el carril diestro por Zanoli para ganar atención en la cobertura, mientras que el segundo, ya recuperado de la molestia de hace unas semanas, fue una apuesta pese a su fragilidad con las lesiones. El Udinese manejó el choque con bastante solvencia durante una hora: pocos remates, buen ritmo por parte de ambos.
El más destacado, como casi siempre, Atta, que aportó chispa a la circulación; más apagado de lo habitual estuvo Zaniolo. El duelo giró en una acción clave: Solet, enésima arrancada ofensiva sin demasiadas ideas, falló un pase y activó la transición rival que acabó en el primer tanto de Pobega. Minutos después llegó otro error, esta vez en la salida: Okoye entregó un balón sin sentido a Karlstrom, que no lo leyó y se lo robaron. 0-2 y cuesta arriba.
A partir de ahí, dos cambios que crisparon a parte de la grada, con Runjaic retira de golpe a Davis y a Zaniolo. Eso restó mucha calidad a un Udinese que siguió metido, intentó generar con Bayo, pero no logró abrir la zaga felsinea. El Bolonia incluso dispuso de ocasiones para ampliar la renta y lo redondeó en el descuento con el gol de Bernardeschi.
Un Udinese que debe empezar a entender por qué comete tantos errores, a menudo encadenados en un mismo partido, que le han llevado a ser la peor defensa de la Serie A pese a un rendimiento de media tabla.



