De Roon, objetivo: liderar al Atalanta BC (junto a Palladino)
Marten De Roon y el gol desde fuera del área: un guion que no ha cambiado ni una coma con el paso de los años. Y aunque sus funciones no sean las de un goleador, está claro que esos latigazos son ya casi un clásico navideño. “Ufo Robot” que recuerda mucho a Ulises en la Odisea: un líder ganador, carismático, astuto y con la mentalidad adecuada para tirar del grupo, sobre todo en los momentos de dificultad. El camino de De Roon evoca el del héroe griego en su regreso a Ítaca, un viaje repleto de obstáculos: los Cícones, el célebre duelo con el cíclope Polifemo y las sirenas, para luego encontrarse una Ítaca en la que los pretendientes campaban a sus anchas pese a que él era el rey.
De Roon no se habrá topado con cíclopes ni sirenas, pero sí ha encontrado alguna que otra dificultad en su Ítaca (léase, el Atalanta BC): nuevo entrenador, un nuevo ciclo, un equipo al que le costaba ganar y, sobre todo, una Dea en plena caída libre con Juric, con el nerviosismo instalado en el vestuario. Por el camino, la edad, que tampoco ayudaba al centrocampista en el rendimiento: la montaña rusa ya vista el curso pasado fue el primer aviso. Si para Ulises quien le devolvió el sitio fue Eumeo, en el caso de Marten ha sido el míster Palladino, que le ha colocado de nuevo en el centro del proyecto para echar una mano: no en vano Gasperini le definía como un “entrenador sobre el césped”.
Obviamente, también han llegado las prestaciones, y con el cambio en el banquillo se hizo notar de inmediato, como si el tiempo se hubiera detenido: el falso “mendigo” que sigue presionando, robando balones, poniendo siempre mucha garra y, a veces, firmando goles decisivos, igual que Ulises con arco y flechas. La derrota en Verona fue un buen golpe, pero Marten estuvo ahí, tratando de motivar al equipo pese a los errores, y ahora toca recomponer el grupo: como hace un auténtico líder.



