La rapidez mental de Moatasem Al‑Musrati: para el Hellas Verona es como un fichaje nuevo
Fue una auténtica batalla la que disputaron Hellas Verona y Atalanta, además en medio de una niebla cada vez más espesa. Y en ese escenario lúgubre, el puerto seguro al que se amarró la nave gialloblù para no irse a la deriva fue el que vigiló Moatasem Al‑Musrati.
Hasta la tarde del sábado, su nombre para la afición gialloblù era el equivalente a un objeto misterioso. Llegó como primer refuerzo de peso del verano para la medular y arrancó el curso a contracorriente, entre la necesidad de ponerse a tono y un parón muscular que le tuvo cinco partidos en la enfermería. Con las importantes ausencias en la zona ancha, por primera vez en la temporada el libio fue titular para Zanetti, precisamente ante Atalanta. Es decir, contra un equipo que desde hace años hace del centro del campo su gran punto fuerte.
Al‑Musrati es de esos jugadores que se ven poco por televisión, pero que se sienten muchísimo sobre el césped. 26 pases completados, el 81% de los intentados. No es la media más alta en términos absolutos, pero también fue el segundo futbolista más presionado del Hellas Verona excluyendo a los delanteros (y por detrás de Niasse), así que a menudo le tocó gestionar balones en medio del tráfico. Muchos de esos balones los jugó al primer toque, poniendo en ventaja al compañero que recibía. En definitiva, transmitió seguridad a los suyos, que hace apenas unas semanas, en Lecce, sufrían para tejer jugadas limpias.
Hay un mito que derribar: el de la zancada de este jugador. Será por el físico o por sus maneras, pero más de uno, al verle por primera vez, pensó en un futbolista que corre poco o que lo hace despacio. Pues bien, quizá paga la misma impresión que desde fuera dejaba un jugador como Thiago Motta, otro con el pensamiento rápido. Los datos dicen que contra Atalanta, Al‑Musrati fue el tercer jugador que más corrió entre los 22 sobre el césped (10,97 km, tercero tras Giovane y Belghali), y además el primero del Hellas Verona y el segundo en total en recuperaciones, nada menos que 8. Calidad, sí, pero también trabajo para el que amenaza con ser el primer fichaje del Hellas Verona antes incluso de que se abra el mercado de enero.



