AS Roma, fea caída en Cagliari: la defensa es lo que más preocupa. Pero la clasificación aún sonríe
La AS Roma vuelve a tropezar y lo hace de la peor manera. Tras la derrota ante el SSC Napoli, los romanistas no consiguen levantarse y caen también en la Unipol Domus ante el Cagliari. Un gol en el tramo final de Gianluca Gaetano decide el duelo y condena al equipo de Gasperini a una derrota dura que deja señales preocupantes.
La dificultad ofensiva es un problema conocido, casi estructural para esta AS Roma, pero la verdadera alarma llega desde una fase defensiva irreconocible respecto a la que en los últimos meses le permitió al club cimentar sus éxitos.
Desde el inicio, la AS Roma dio señales preocupantes. Demasiados duelos perdidos, demasiada libertad concedida al Cagliari, que supo aprovechar cada duda. Palestra castigó una y otra vez la banda izquierda romanista, imponiéndose primero a Tsimikas —reciente campeón de la Premier League con el Liverpool hace apenas unos meses— y después a Ghilardi, lo que obligó a Gasperini a volver a mover ficha con la maniobra desesperada de desplazar a Rensch. Esposito campó a sus anchas por todo el frente de ataque, mientras Folorunsho se movió entre líneas prácticamente sin oposición. La cosa se torció tras el descanso con la expulsión de Celik: con diez, la AS Roma concedió demasiados espacios a los sardos, que se tradujeron en ocasiones, como atestiguan las cifras del partido: 18 remates, 12 a puerta, para el equipo de Pisacane, por apenas seis intentos (solo dos entre palos) del conjunto romanista. Números que hablan de una de las peores actuaciones de la era Gasperini.
Aun así, la caída en Cerdeña no compromete todavía la lucha por la Champions, pero el mensaje es claro y no debe ignorarse. El empate entre el Bolonia y la Lazio permite a la AS Roma mantenerse cuarta, pero la cima vuelve a alejarse. El SSC Napoli, al ganar a la Juventus, se despega de los romanistas y se marcha a +4, a la espera del Ac Milan —que se mide esta noche al Torino—, que podría darle caza. En definitiva, no está todo perdido: hay tiempo para enderezar el rumbo, pero hace falta una reacción inmediata: la AS Roma no puede permitirse perder precisamente su solidez atrás.



