Isak hace historia, pero para mal. Y el Liverpool empieza a tener 145 millones de dudas
Doce partidos, seis victorias y otras tantas derrotas, estas últimas concentradas en las siete jornadas más recientes. Eliminado en la segunda ronda de la Carabao Cup. Y no solo eso. Dos 0-3 consecutivos en la Premier League, ante el Manchester City y ayer frente al Nottingham Forest. Tenía que ser la gran temporada del Liverpool y se está convirtiendo en una pesadilla. El equipo ha olvidado ganar y ahora mismo es undécimo en la Premier League, a ocho puntos del líder, el Arsenal, que esta tarde puede ampliar su ventaja recibiendo al Tottenham.
Y eso que el curso se abría con expectativas muy distintas, tras una ventana de fichajes faraónica que convirtió a los Reds en el principal favorito no solo para repetir éxito en Inglaterra, sino también para imponerse en la Champions League. Casi 500 millones de euros invertidos en verano en refuerzos como Kerkez, Frimpong, Leoni, Ekitike, Wirtz e Isak. Sin embargo, el rendimiento de la mayoría —salvo el lateral húngaro— ha quedado por debajo de lo esperado en algunos casos y, directamente, ha sido un fiasco en otros.
El más señalado es el delantero sueco Alexander Isak. Parece ya lejano, pese a que han pasado solo unos meses, aquel registro de 27 goles con la camiseta del Newcastle. Tras un culebrón que se prolongó todo el verano, en el que Isak llegó a apartarse de su entonces equipo para forzar como fuera su salto rumbo a Merseyside, su impacto hasta ahora ha sido nulo, en el sentido literal. Cero goles en la Premier League, apenas una asistencia, cuatro titularidades y cuatro derrotas: es el único jugador en la historia de los Reds con esta poco honrosa estadística. La paciencia de la afición del Liverpool parece agotada y ayer, en el momento de su sustitución, Anfield le pitó sin contemplaciones. Un problema serio para un futbolista que costó 145 millones de euros.



