Fàbregas se mide al segundo técnico que más le dirigió: al principio Conte no le ponía
Nos quisimos mucho... pero hasta cierto punto, sobre todo al principio. Hoy Antonio Conte y Cesc Fàbregas volverán a verse las caras en los banquillos, en una especie de "bella": SSC Napoli-Como 1907 no será solo el primer cruce de este campeonato; también será el tercer cara a cara entre ambos. Igualdad total el curso pasado: en Nápoles ganó Antonio; en Como, Cesc. Hoy arrancan con matices distintos: no así los partenopeos, que, como el año anterior, apuntan a ganar la liga, sino el conjunto lombardo, que ya no es una sorpresa y peleará por meterse en Europa.
Entre ellos, se conocen, se respetan, se aprecian. Aunque al principio no fue precisamente idílico: "Era como si no me conociera", dijo Fàbregas hace unos años sobre su etapa común en el Chelsea. Y el curso pasado volvió sobre ello: "Cuando llegó me dijo que no iba a jugar siempre, pero lo hizo con mucho respeto. Es uno de los mejores entrenadores de los últimos años; con él vi cosas que nunca había visto y, a los cuatro meses, jugaba siempre".
Y se parte —también— de ahí: números en mano, solo Arsène Wenger ha sido más importante en la carrera de Fàbregas, el que más confió en él. El alsaciano es inalcanzable —303 partidos con Fàbregas en el campo—; Conte es, de hecho, el segundo técnico por número de partidos dirigidos al excentrocampista español: nada menos que 86, con un botín de diez goles y 22 asistencias. Cifras que dejan claro cómo aquella desconfianza inicial acabó, con el tiempo, en algo muy distinto.



