La confirmación en Verona: para que la Atalanta despegue, Palladino debe crecer ante los modestos
Para el Atalanta BC, lo del sábado por la noche en el campo del Hellas Verona FC es el primer frenazo de verdad desde que en el banquillo nerazzurro se sienta el nuevo técnico, Raffaele Palladino. No es su primera derrota, cierto: ya cayó por 3-1 ante el SSC Napoli en la noche del debut del entrenador campano al frente de la Dea. Pero si aquel encuentro quedó marcado por un primer tiempo muy pobre, y además el SSC Napoli exhibe un ritmo letal en casa (ninguna derrota como local en todo 2025), esta vez sí se han encendido las alarmas.
Puede subrayarse, por ejemplo, que el talón de Aquiles del Raffaele Palladino entrenador de una grande es plantear partidos para mandar, especialmente cuando toca visitar el campo de un modesto aguerrido y bien cerrado, como el Hellas Verona FC del sábado. Además, el Bentegodi se le da especialmente atravesado: ha perdido allí tres de cuatro, una por cada equipo que ha dirigido en el fútbol profesional. La única victoria llegó en noviembre de 2023, cuando su AC Monza se impuso por 1-3 en el feudo veronés.
El curso pasado, sin ir más lejos, ya como entrenador de la ACF Fiorentina, el Bentegodi fue una trampa letal, con el 1-0 decisivo firmado en el tramo final por Bernede (también marcó esta vez). En general, durante su etapa al frente de la Viola, una de las críticas recurrentes a Palladino apuntaba precisamente a las dificultades para desarrollar un juego de calidad, imprescindible para derribar determinados fortines levantados por los modestos. Es un aspecto en el que deberá trabajar en Bérgamo; por ahora, Verona ya le ha dejado la primera confirmación.



