Este Liverpool se parece al United. Estrepitoso fiasco tras un verano de gastos desorbitados
El Liverpool que anoche encajó su tercera derrota consecutiva ha perdido nueve de sus últimos doce partidos. Es un registro tan negativo que, para encontrar la última vez, hay que irse más de setenta años atrás, a la temporada 1953/54. Era otro fútbol y otro Liverpool, muy distinto al que hace apenas unos meses dominaba la Premier League. Y que hoy, un puñado de meses después, está más cerca de la zona de descenso que del Arsenal, líder de la tabla.
Anoche los reds cayeron 4-1 en Anfield ante el PSV Eindhoven. El sábado pasado, también en Anfield, perdieron 3-0 contra el Nottingham Forest, y el mismo marcador antes del parón se dio en el campo del Manchester City. Diez goles encajados y solo uno a favor en los últimos 270 minutos. "Las sensaciones son muy negativas y decepcionantes, empezando por la forma en que concedimos el 1-0. Quiero ser positivo con la reacción de los jugadores cuando nos pusimos 1-0 abajo. Volvimos al partido y tuvimos la opción de ponernos 2-1. No creo que nadie pensara que acabaríamos perdiendo 4-1", declaró al término del duelo un Arne Slot que hoy, inevitablemente, está en entredicho. Pende de un hilo tras un inicio de temporada francamente difícil de imaginar.
El Liverpool es hoy duodécimo en la Premier League y 13º en la Champions. Sobre todo, atraviesa una temporada muy negativa después de una ventana de fichajes tan cuestionable como costosa. Más de 250 millones de euros gastados entre compras y ventas, 365 millones invertidos en Isak, Wirtz y Ekitiké sin atender a una defensa que pedía y sigue pidiendo un relevo generacional. Ocho goles encajados en la Champions, veinte en la Premier, para un equipo que ahora mismo se ve completamente desarmado.
"Estamos en la mier** - declaró ayer el lateral Curtis Jones -. La situación tiene que cambiar". Probablemente el primero en cambiar sea el entrenador, pero quién sabe si Slot es realmente el problema. Parece uno de esos casos estilo Manchester United y, sin embargo, el protagonista esta vez es el Liverpool, un club que hace un año ganó la Premier sin fichar prácticamente a nadie. Pese a la marcha de Jürgen Klopp.



