El Udinese derrota al Napoli y saca pecho: dos goles anulados y luego la joya de Ekkelenkamp
El Udinese responde a las dos derrotas ante la Juventus (en Copa de Italia) y el Genoa venciendo al Napoli, vigente campeón de Italia, y lo hace arropado por un estadio que empujó a los friulanos hacia otra exhibición, para rescatar un periodo en el que los de Udine no se habían expresado como debían, tal y como subrayó varias veces Kosta Runjaic. Tres puntos que elevan a los friulanos a 21 en la tabla, mantienen el ritmo del Sassuolo y les devuelven a la mitad izquierda de la clasificación.
El técnico, sin Zemura ni Kamara, sorprende a todos: apuesta de inicio por Bertola como carrilero izquierdo reconvertido, para dar más cobertura en la zona de Neres, quizá el mayor peligro del Napoli en la circulación. Una decisión que resultaría todo un acierto, con el ex del Spezia entre los mejores sobre el césped en un partido en el que todos cumplieron. La primera mitad fue muy pareja: los partenopeos no se expusieron y el Udinese maduró mucho las posesiones para no conceder espacios que jugadores como Hojlund y Spinazzola pudieran aprovechar para hacer daño.
Todo ocurrió tras el descanso, con un Udinese que olió la opción de llevarse tres puntos de oro ante un Napoli potente pero que pareció sin aire por la acumulación de partidos y las bajas. Dos goles anulados, primero a Davis por fuera de juego milimétrico y luego a Zaniolo por una falta previa de Karlstrom. Ekkelenkamp se encargó de exhibir toda su clase. Sin Atta por lesión, una vez más el juego pasó por las botas finas del holandés, que certificó su buen momento con un golazo desde fuera del área. En la recta final también hizo falta un punto de fortuna: Hojlund perdonó a Solet, autor de un error grosero, mandando fuera a puerta vacía.
Un Udinese de vieja escuela, capaz de ir tras el descanso al doble que el Napoli, como certificó Politano en rueda de prensa. Ahora la palabra clave vuelve a ser constancia, prácticamente un mantra para Runjaic. Solo poniendo siempre la energía y la intensidad adecuadas se pueden evitar esos altibajos que están impidiendo a los friulanos dar el definitivo salto de calidad hacia arriba.



