El PSG aterriza en Catar para la Intercontinental: a por el sexto título de 2025

Al día siguiente de la sufrida pero valiosa victoria en el campo del Metz (3-2), el Paris Saint-Germain cambió de golpe de escenario y de continente. Anoche, alrededor de las 22:30, la expedición aterrizó en Doha, donde el miércoles se medirá al Flamengo en la final de la Copa Intercontinental, antes de volver a meterse de lleno en los compromisos de final de año con la Copa de Francia. Un calendario apretadísimo que exige una gestión impecable de las cargas.

El desplazamiento a Catar, unas 13 horas de vuelo, se planificó al milímetro. Ya en destino, el PSG ha priorizado lo deportivo y la recuperación física de los jugadores, pese a tener que atender compromisos institucionales con la FIFA y activaciones de marketing con patrocinadores de primer nivel. El objetivo es claro: ir a por el sexto trofeo de 2025. El equipo de Luis Enrique contará con dos sesiones de entrenamiento, lunes y martes, con la segunda abierta a los medios durante los primeros 15 minutos. Tras el entrenamiento habrá zona mixta con algunos futbolistas. La final se jugará en el Estadio Ahmad bin Ali, conocido como Estadio Al Rayyan, un recinto climatizado que garantizará condiciones ideales pese a temperaturas en torno a los 23 grados y la posibilidad de alguna lluvia.

En paralelo, el club ha inaugurado el "Ici c’est Paris Park by Qatar Airways", una fan zone temporal de acceso gratuito del 14 al 17 de diciembre, pensada para atraer a aficionados y familias con actividades interactivas, música y exposiciones de trofeos, y en la que algunos jugadores podrían hacer una breve aparición. En lo deportivo, Luis Enrique quiere alinear su mejor once. Lucas Chevalier podría volver al once tras sus problemas de tobillo, mientras que Senny Mayulu se unirá al grupo el lunes. Marquinhos está en la convocatoria, pero su participación se manejará con cautela por una sobrecarga en la cadera. Tras la final, el PSG regresará a Francia para el cruce de 1/32 de final de la Copa de Francia ante el Vendée-Fontenay. Un final de año intenso, sin respiro.