El pulso por su futuro lo ganó Tramoni. Y no tendrá que volver a empezar desde la Serie B
Un partido que suena a nuevo comienzo. El duelo del sábado de Matteo Tramoni ante su pasado, frente al Cagliari, podía ser un cruce de caminos, el último cartucho de la temporada para saber qué quería hacer el Pisa con él en enero. Porque no es ningún secreto que el Palermo aprieta fuerte por el extremo y mediapunta corso, formado en el AC Ajaccio, pasado por la cantera del Cagliari y destapado con la camiseta toscana.
La temporada pasada fue una de las armas secretas del Pisa de Filippo Inzaghi, que conquistó el ascenso a la Serie A, y no es casualidad que su antiguo mentor también lo quisiera vestir de rosanero para intentar de nuevo el gran salto este curso. Con la camiseta toscana, con Alberto Gilardino en el banquillo, no había logrado explotar. Más bien al contrario. Hasta la visita a Cagliari. Porque la llamada del pasado —la que, junto a su hermano Lisandru, le llevó a dar el salto desde la isla y a desembarcar en Italia— sonaba también a última oportunidad. El escollo a superar para no tener que volver a salir desde la misma casilla del año pasado.
Su partido fue soberbio en el 2-2 del domingo. La nota de Tuttomercatoweb.com lo coronó entre los mejores sobre el césped: un 7. “El gran ex del día se adueña de los focos. En la primera parte, primero se topa con una parada de Caprile y luego transforma con frialdad el penalti que adelantó a los toscanos. En general, mete el pie en las acciones más importantes del Pisa”. Tramoni ha vuelto. O quizá solo acaba de empezar.



