Bolonia, todo corazón pero sin gol: más de una hora con diez y 0-0 ante el Brann

El partido entre Bolonia y Brann acaba 0-0, correspondiente a la 4ª jornada de la Fase de Liga de la UEFA Europa League.

Expulsado Lykogiannis - Al salir los equipos al campo, la mejor noticia: regresó al banquillo del Bolonia el técnico Vincenzo Italiano, tras perderse los tres últimos partidos por una molesta neumonía que le obligó a ingresar en el hospital. Pocas rotaciones en su once inicial: de los habituales, en realidad, solo descansaron Orsolini, Odgaard y Miranda. Este último, además, se vio involucrado de repente por la jugada que cambió la primera parte y el partido: a mitad del primer tiempo, Lykogiannis vio la roja directa por una entrada a destiempo sobre Kornvig; el VAR no intervino para corregir la decisión del alemán Dinkert. La acción encendió al Dall'Ara, que empezó a pitar cada decisión en contra, elevando los nervios en el conjunto local. Con el juego cada vez más trabado y tenso, mandaron los disparos lejanos: lo intentaron tanto Kornvig como Bernardeschi, ambos sin puntería. El primer tiempo terminó 0-0, con sonora pitada al colegiado.

Presión sin gol - El ambiente enrarecido se mantuvo tras el descanso y se incrementó con una amarilla al capitán del Bolonia, Ferguson, nada más empezar la segunda mitad. Salieron los mismos que iniciaron el choque —salvo Lykogiannis—, pero el Bolonia volvió más intenso y convencido. Y metió al Brann durante muchos minutos en su propio campo. A mitad de la segunda parte, Castro puso el 1-0 en bandeja a Cambiaghi, falto de colmillo en la definición. Acto seguido se asomaron los noruegos, aunque el disparo lejano de Dragsnes se marchó desviado. El Bolonia siguió apretando; Italiano, mientras, empezó a tirar de sus pesos pesados y uno de ellos, Orsolini, bailó por la derecha y habilitó a Ferguson para el golpeo, pero se topó con el guardameta visitante Dyngeland. El meta volvió a lucirse poco después con un vuelo para sacar el cabezazo de Lucumí. El tramo final fue un monólogo boloñés, con los noruegos parapetados en su área pese a haber jugado más de tres cuartos del choque con uno más. Exhibición para aplaudir del equipo de Italiano, pese a que la victoria no llegó.

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