Bologna, el frente de las renovaciones: entre firmas inminentes, despedidas anunciadas y el caso Lucumí

El Bologna mira al futuro inevitablemente a través de la gestión de los contratos que vencen. De aquí al 30 de junio de 2026 son varios los jugadores rossoblù que acaban vínculo, y la dirección, con Marco Di Vaio, Giovanni Sartori y Claudio Fenucci al mando, ya trabaja para decidir quién entra en el proyecto a medio y largo plazo y quién, en cambio, se despedirá de Casteldebole.

Las despedidas ya escritas: Sosa y Bonifazi

Entre los casos más claros están los de Joaquín Sosa y Kevin Bonifazi. El central uruguayo quedará libre al término de su contrato, sin renovación. Tras las cesiones a Dinamo de Zagreb, CF Montréal y Reggiana, Sosa milita ahora en Independiente Santa Fe (Colombia), pero también allí tiene poco protagonismo. Su futuro ya parece lejos de Bolonia.

Situación similar para Kevin Bonifazi, auténtico misterio de la plantilla rossoblù. Nueve apariciones en dos temporadas y tres cesiones consecutivas —Frosinone, Lecce y Sassuolo en Serie B— sin lograr relanzarse. A su regreso a Bolonia, el central no aparece en los partes diarios de los entrenamientos, ni en los comunicados médicos, ni en los actos oficiales del club. También para él el destino parece escrito: no habrá renovación y separación a la conclusión del contrato.

Sulemana, todo pasa por la opción de compra

Caso aparte el de Ibrahim Sulemana, el único entre los que vencen que no está realmente en el alambre en términos contractuales. El centrocampista está cedido por Atalanta y su vínculo termina el 30 de junio de 2026, salvo que el Bologna ejecute la opción de compra fijada en 11 millones de euros. La decisión se tomará más adelante, valorando rendimiento y proyección.

Immobile, cinco meses para convencer

El asunto Ciro Immobile es claro pero delicado. El ex capitán de la Lazio firmó un contrato por una temporada hasta el 30 de junio de 2026, con opción de ampliarlo hasta 2027 ejercitable por el Bologna bajo determinadas condiciones. Por ahora, la directiva no está plenamente convencida: la larga ausencia por una lesión en el recto anterior del muslo derecho, que le tuvo más de tres meses fuera, ha pesado en su rendimiento. De momento, demasiado poco el penalti convertido en la semifinal de la Supercopa de Italia ante el Inter FC como para justificar una prórroga, más aún con un salario cercano a los 2 millones netos por curso. Los próximos cinco meses serán decisivos para él: tendrá que ganarse la continuidad de rossoblù.

Freuler, muy cerca de la firma

Muy distinta la situación de Remo Freuler, uno de los líderes técnicos y carismáticos del vestuario. La idea inicial del Bologna era ofrecerle una renovación de dos años, hasta el 30 de junio de 2028, en la línea del acuerdo propuesto a Lukasz Skorupski. En las últimas semanas, sin embargo, las partes han acercado posturas hacia una ampliación por una temporada, hasta 2027. El centrocampista suizo ha dado prioridad al Bologna, dejando en espera los contactos con Juventus y AS Roma, dispuestos a moverse para llevárselo a coste cero. Freuler ha mostrado total predisposición a seguir de rossoblù: quedan por cerrar los últimos flecos económicos, pero la sintonía invita a pensar en un acuerdo cercano.

Lykogiannis y De Silvestri, destinos opuestos

Escenarios divergentes para Charalampos Lykogiannis y Lorenzo De Silvestri. Con el lateral griego, el Bologna se guarda la posibilidad de activar una nueva opción de renovación hasta 2027, señal de confianza que podría traducirse pronto en una ampliación. Más incierto, en cambio, el futuro de De Silvestri. El capitán y símbolo del Bologna ya encadenó dos renovaciones anuales consecutivas (en 2024 y 2025). Esta vez, sin embargo, su ciclo en rossoblù podría haber concluido. Tras la clasificación para la Champions League y la histórica conquista de la Copa de Italia, el 'Alcalde' podría decidir colgar las botas y dar el salto a los despachos dentro del club.

Pessina, la renovación es un trámite

También vence el contrato de Massimo Pessina, el joven guardameta que debutó en Serie A en el triunfo contra el SSC Napoli. En su caso, la renovación no está en discusión: es solo cuestión de tiempo para la firma, pero su futuro seguirá siendo rossoblù.

El caso Lucumí: renovación o venta obligada

Capítulo final para Jhon Lucumí, el dossier más espinoso. El Bologna ya ha ejercido la opción unilateral para extender el contrato del colombiano hasta 2027, evitando el vencimiento original de 2026. Ahora, sin embargo, el club trabaja en una renovación más larga, hasta 2029, con una mejora salarial cercana a los 2 millones de euros.

En un primer momento, el jugador mostró ciertas dudas, alimentando la inquietud en la cúpula. Sin una prórroga adicional, el Bologna estaría prácticamente obligado a venderle el próximo verano para evitar perderle gratis: en enero de 2027 Lucumí ya podría comprometerse con otro club como agente libre.

Un escenario aún más delicado por el fuerte empuje del pasado verano, cuando el central presionó para irse a la Premier League, al Sunderland, por unos 28 millones de euros. La entidad rossoblù frenó la operación, al considerar imposible desprenderse en la misma ventana de él y de Sam Beukema. Ahora el reloj aprieta: el futuro de Lucumí será uno de los temas clave del próximo mercado estival y, quizá, de todo el proyecto deportivo del Bologna que viene.