ACF Fiorentina, en el día que debía ser el de la reacción, ni apareció el morado en la camiseta
“Llueve. El gato ha muerto. Mi novia me ha dejado... y además soy de la ACF Fiorentina”. Queremos arrancar con la célebre cita de Federico Buffa —trasladada en este caso del baloncesto al fútbol— para describir el ánimo que domina ahora a buena parte de Florencia. La ACF Fiorentina perdió su noveno partido de la temporada, pero esta vez el golpe duele más: llegó ante un rival directo como el Hellas Verona, penúltimo pero con +6 respecto al conjunto viola. Seis, como los puntos que han sumado los toscanos de 45 posibles, con una Serie B que empieza a asomar como una pesadilla que toma forma ante sus ojos.
El partido
El encuentro de la ACF Fiorentina ni siquiera fue de los peores del curso: el equipo salió fuerte, con coraje, y tuvo en las botas de Kean dos buenas ocasiones. Al filo del descanso, sin embargo, la zaga viola se abrió como el mar Rojo; Ranieri no aguantó el sprint de Orban y De Gea quedó totalmente fuera de sitio ante un disparo flojo del alemán. Tras el descanso, el guion fue parecido: la ACF Fiorentina encerró a los locales en su campo, dispuso de varias opciones para empatar y lo logró de la forma más rocambolesca posible, con un infortunadísimo gol en propia puerta del defensa Unai Núñez. Paradójicamente, el tanto anestesió a los viola y, en lo que quedó de partido, bajaron el ritmo y solo contaron con una (clarísima) de Gudmundsson. El rival volvió a coger aire y, en pleno descuento —una constante ya esta temporada—, consiguió descerrajar una defensa viola lejos de estar bien blindada.
Vanoli, bajo examen
Aunque sobre el césped el equipo dio algún síntoma de valentía, el gran ausente ayer en el Franchi fue Paolo Vanoli. El técnico de la ACF Fiorentina, hasta ahora, ha aportado muy poco: ningún cambio táctico, ningún giro de carácter y, en consecuencia, ningún cambio en los resultados. En sus cinco primeras jornadas de Liga, Vanoli empató las dos iniciales y perdió las tres siguientes, a lo que se suma otra derrota y una victoria en la Conference League. Por eso la hipótesis de otra destitución, con el banquillo pasando a manos del técnico del equipo juvenil, Galoppa, no suena tan lejana a la realidad. Las próximas horas pueden ser decisivas. Horas que la ACF Fiorentina pasará en el Viola Park, donde desde ayer ha empezado una concentración con silencio de prensa hasta nueva orden. Hoy debía ser el día de la resurrección viola, pero en el Franchi no asomó ni el morado de la camiseta.



