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Secretos de fútbol que no deberían serlo tanto

Secretos de fútbol que no deberían serlo tantoTODOmercadoWEB.es
jueves 23 abril 2020, 01:00Editorial
de Manuel Rodríguez
“La razón se compone de verdades que hay que decir y verdades que hay que callar”. (Conde de Rivarol).

A estas alturas, ya debería haber quedado muy claro mi total posicionamiento sobre el fútbol, sobre la importancia del balón y la brújula orientativa que debiéramos utilizar en los partidos. Pero pase lo que pase, debemos seguir documentándonos porque siempre van a aparecer nuevos conceptos, misterios desvelados y secretos del fútbol que podemos descubrir sin ni siquiera disponer de la lámpara de Aladino… Para husmear aún más en ello, abrí el libro de Moisés Ruiz que documentó dichos “Secretos de Fútbol” entrevistando a gente interesante que nos ilustra con sus visiones singulares del fútbol. Y es que me gusta esencialmente este autor porque es una persona con mucha pasión por el juego. “El fútbol es la sorpresa del triunfo de los pequeños, la lágrima de los poderosos, la sonrisa de Ronaldinho, la mirada simpática de Etoo, los cánticos de la afición del Cádiz, la samba, en las gradas, de los brasileños, el aliento de los atléticos, la incredulidad de los madridistas, las imágenes curiosas que sólo ve una cámara de televisión… Es una novia de toda la vida con la que sigues sintiendo la emoción de la cita, aunque el recuerdo de la última vez que os visteis no fuera agradable, siempre hay que darle una segunda y tercera, incluso cuarta oportunidad, porque sabes que, tarde o temprano, va a hacer estallar de alegría tu corazón. Con ese ánimo enfrentas el beso, la caricia, el encuentro cintura con cintura, porque más allá de la relación física permanece la convivencia en un mundo que sería distinto si ella no estuviera… Fútbol es la infancia permanente”.

Soy un enamorado de la metáfora. Es una manera evocadora de revestir las realidades y contarlas de manera que favorezca el entendimiento de los demás. “El fútbol nos enseña a trabajar en equipo y nos dice que un gran talento es infinitamente más ineficaz que el conjunto… El fútbol inventa nuevas formas de retribución aplicables a la empresa: a los futbolistas se les paga por lo que son, por lo que hacen y por lo que aportan. Quien mueve la pasión, quien llega al corazón controla el devenir del negocio. El dinero sometido al talento, liberado por el talento”. (…) “El fútbol, ¿metáfora de la vida?, nos enseña a ir partido a partido, sin confiarnos. Las victorias y las derrotas son pasajeras. Quien no arriesga no gana. El que sale a empatar acaba perdiendo, quien sale al campo con miedo acaba goleado. Hay momentos para la euforia y para la tristeza, pero nada es definitivo. Lo conseguido queda para el recuerdo, pero no sirve para iniciar el futuro. La sorpresa esconde grandes alegrías… El fútbol enseña que la soberbia es mala consejera y el inicio de la decadencia, porque todo es cuestión de ciclos”.

¿Podemos asegurar que con lo acaecido en torno al “Covid-19” finalizó un ciclo fundamental y tendremos que planificar otro distinto aunque condicionado por todo lo ocurrido? ¿De dónde partiremos? ¿Cuál es su horizonte? “La grandeza de este deporte radica en la capacidad para reinventarse continuamente. Su belleza nace del resultado avalado por la infinita jugada, por la múltiple variable en la obtención del gol, de la complicidad con lo imprevisible y de la sugerencia por el éxito permanente. El fútbol es como la vida misma: lo más bonito siempre está por llegar, surge en lo imprevisible y viaja con la sorpresa”. Este positivismo de Moisés Ruiz es contagioso y adecuado para esta época de inquietudes sin resolver a la que nos tendremos que enfrentar en breve. Lo más sorprendente es que su libro fue ideado antes de 2005…

El día 15 de abril, la Cadena Ser entrevistaba al periodista Martín Caparrós sobre cómo cambiará la sociedad tras el “coronavirus” y, sin recurrir a la literalidad, recuerdo que decía en voz alta: “Dicen que los líderes están improvisando… ¡Pues claro, todos…! ¿Dónde está el manual para resolver esta crisis?”. Y una conclusión que también servirá para futuras acciones del mundo del fútbol: “Una de las cosas que van a definir cómo vamos a salir de esto es cuando decidamos en qué vamos a creer. En algo hay que creer, ¿en qué?”. Cuestión no baladí. Si algo me ofendió siempre en grado sumo son aquellos que siempre lo tienen muy claro igual que no soporto a los inquisidores con sus reglas de tres dispuestos a hacer “sangre”. El fútbol está en peligro como tantas otras organizaciones en este momento, pero el condicionamiento actual no es achacable a nadie en concreto y, si hay salida, deben acudir todos a una, en tromba, sin oportunistas ni arribistas. Creamos en algo.

Moisés nos presentó el pragmatismo del fútbol a través de la encuesta realizada a Javier Clemente, dos Ligas conseguidas con el Athletic de Bilbao y varios años dirigiendo a la Selección española. Sin duda, está bien elegido el personaje. Y buceamos en sus manifestaciones para contrastarlas, de paso nos acogemos o no a su visión. Quizás por su trayectoria y la historia pasada sorprenda esta opinión de Clemente: “En esta vida hay que salir a ganar y si haces eso vas a recibir más comentarios y más críticas, pero salir a empatar significa salir a nada”. (…)” El sentido creativo es el futuro, es la improvisación, es la innovación, la evolución. Los creadores han dado el progreso al mundo. Se necesita gente creativa para vivir en una sociedad de progreso”. “Si tú piensas que no puedes no lo intentas. Si partes de una premisa negativa que te dice: “esto no lo puedo conseguir”, entonces para qué te vas a esforzar. Uno se esfuerza con el convencimiento para conseguir algo, esa es la fuente de motivación principal… La motivación principal es la obtención de un objetivo por muy difícil, complicado y alejado de tu realidad que creas que está”. (…) “¿Quién sabe donde está el límite? Si no lo intentas no puedes descubrir la verdadera medida que uno puede alcanzar. Para ello hay que intentarlo, decir voy a por ese logro y ya veremos, pero no te puedes cruzar de brazos o echarte para atrás al primer contratiempo. Es bueno que todos conozcamos nuestros límites, pero para ello es necesario que nuestros intentos por conseguir algo se aproximen a esa dimensión”. (…) “El fútbol es un asunto muy complejo. Once calidades medianas pueden convertirse en un grupo muy potente”. Al final de la entrevista, Moisés Ruiz formuló esta reflexión a Javier Clemente: “¿Los principios para triunfar en la vida y en el fútbol (pudieran ser): Autoestima, confianza, ilusión, coraje, flexibilidad para cambiar…? – A lo que Clemente concluyó: “Confianza y perseverancia”.

Me sorprendió una entrevista (www.7canibales.com, David Salvador, 16. Abril. 2020) al chef de Mugaritz, Andoni Luis Aduriz, sobre la problemática actual de los establecimientos gastronómicos, y que lo asocio en paralelo con el mundo del fútbol: “La perversión es interpretar que la vida no está exenta de tensiones conflictivas. Asumimos que el bienestar es el suelo de las cosas, que vivimos con un mínimo de felicidad. Y más cuando eres joven, cuando te consideras como un ser inmortal. La vida es un tránsito lleno de cosas buenas, pero también de sobresaltos. A mí se me quemó el restaurante (En 2010), pero no he de ver como un problema que se quemara, sino como una suerte que tuviera uno”. (…) “La vida es un juego de espejos, y más con las redes sociales, donde simplemente idealizas la vida del otro. Instagram tan sólo enseña una parte de la vida de una persona, no enseña los momentos difíciles o los llantos. Cada uno se mira en un espejo y yo lo hago en el de mi madre. Aún viva, con 92 años, se chupó una guerra civil y una post guerra. No conocía lo que eran las alcachofas y vivió con cocinas de carbón. Cuando en 2008 le dije que había una crisis, me miró y me dijo: “¿Qué crisis, melón? Tú no sabes lo que es una crisis”. Desde el reflejo de mi espejo, mi madre, todo es relativo. No somos inmortales, no hay camino de rosas. Yo te puedo enseñar todos los premios que tengo, pero son solo una parte de mi vida. ¿Y si almaceno los disgustos? Pues será otro montón. Son dos caras de una misma moneda. No dramatizo. Incluso en el peor de los casos, que me quede sin dinero y sin casa, con toda mi amargura y mi drama incluso entonces trataré de relativizarlo pensando que tengo educación, experiencias vividas, dos manos y amor alrededor”.

¿Y tiene algo que ver esto con el fútbol? Para mí totalmente, porque los clubes se plantean un apocalipsis por la ambigüedad de cómo se plantearán las competiciones y en qué plazos, hacen números para demostrar lo que “perderán” y no hacen votos por retomar la senda creativa de un nuevo negocio a futuro. Por eso, me sorprendió la opinión del chef Aduriz: “Lo de reinventarme tiene que ver con el hecho de que parece que cada año tienes que ser rotundamente evolucionista. Me niego. Cuando empieza cada temporada, al equipo de Mugaritz les digo que tenemos que ser nuestra mejor versión posible, no que tenemos que ser el mejor restaurante del mundo. Es más razonable y más genuino. Aunque soy exageradamente competitivo conmigo mismo… Nunca hay un buen momento. Ahora vivimos en un mundo fascinante, hedonista, donde el bienestar mínimo ha subido, un mundo donde vivimos al día, sin ahorros. Y hemos creado una realidad ficticia en la que podíamos vivir al día, con absoluta normalidad, con empresas que facturan mucho (como Mugaritz, que cuando factura, factura) pero que no tienen recursos para mantenerse. Es la gran paradoja del mundo actual”. (…) “Hemos comprado el relato, lo compartimos todos. Es una realidad que se nos ha impuesto. La gente confunde educación con debilidad. Y nosotros no somos débiles, somos educados. Y, sobre todo, debemos ser sensatos. Vamos a atender las cosas más graves ahora (sanidad, mascarillas…). Después llegará nuestro turno. Tenemos que conquistar espacios de normalidad, porque si no nos volveremos todos locos, más allá de la economía. No podemos prescindir de lo que nos hace humanos. Hay una frase que preside la cocina de Mugaritz que dice: “Lo posible de lo imposible se mide por la voluntad de un ser humano”.

La cuestión está en que muchos personajes de nuestras vidas conocen muchos temas que podrían aportar, lo que pasa es que no les preguntamos, ni para una crónica periodística, ni para un libro, ni para una hoja parroquial… Los secretos del fútbol pueden descubrirse en libros como los de Moisés Ruiz o en la mente de un cocinero de postín, lo primero es lo primero, pero la actitud debe ser de superación de la crisis en la que estamos hundidos ahora mismo. Aviso, no lo confiemos todo en el dinero sino en las personas que, todos, tienen conocimientos que aportar. Aduriz mantiene esta idea: “Es evidente que las políticas que incitan a la bajada de precios generan crisis porque merman la búsqueda de la excelencia”. ¿Qué pasará con el fútbol después de esta pandemia? Porque me empiezan a sorprender noticias como la publicada el 17.abril, por el diario AS: “Si finalmente el Atlético de Madrid no entra en la próxima edición de la “Champions League”, el club rojiblanco se verá forzado a vender a alguna de sus figuras para compensar la falta de ingresos por la competición continental”.