Inter FC: el parche para Dumfries. AC Milan: los cálculos sensatos de Allegri. SSC Napoli: tres apuntes para Conte. ACF Fiorentina: el último movimiento para la salvación. Y un apunte sobre Pinamonti
Tres cosas al azar, para empezar.
1) Mbappé ha ganado el juicio contra su PSG y cobrará 61 millones en atrasos: una paga extra nada desdeñable.
2) Cannavacciuolo en el programa de Fazio recordó a Maradona: "Me llamaba Tonino; ha sido el único cliente con el que me senté a la mesa". Me parece justo.
3) Jordan Mainoo-Hames, hermanastro de Kobbie, lució el otro día en Old Trafford una camiseta de manga corta con un eslogan, durante el Manchester United-Bournemouth (4-4): "Free Kobbie Mainoo". Probablemente Jordan sea del SSC Napoli.
4) FIFA Awards 2025, Donnarumma, elegido mejor portero del mundo. Más que merecido.
Fin del apartado aleatorio que, por cierto, eran cuatro. Ahora, más cosas al azar (al fin y al cabo, casi es Navidad).
Denzel Dumfries ha pasado por el quirófano por el tobillo. Son cosas que pasan. Lo extraño es que lo que parecía un simple golpe —"se perderá un par de partidos"— se ha convertido en no se sabe cuántos meses de baja. Volverá bien entrado marzo y deja al Inter FC con la duda: ¿moverse en el mercado de enero o tirar con lo que hay? La respuesta llegará pronto, pero siguiendo un mandamiento innegociable: el Inter solo traerá a alguien que esté al nivel del resto; nada de parches para hacer bulto. ¿La sensación? Llegará una pieza nueva, pero no será ninguno de los (mil) nombres ya mencionados…
Conte tras el choque ante el Bologna FC ha hecho cosas notables y, claro, con una plaga interminable de lesiones no puede obrar milagros cada semana. Aun así, quedan algunos apuntes para el técnico campeón de Italia: 1) ¿Las lesiones en cadena son pura mala suerte o consecuencia de una exigencia física excesiva? 2) Perder entra en el guion y la tabla no invita al pánico, pero hay maneras de dejarse puntos: ante el Udinese Calcio su SSC Napoli se entregó en la segunda parte, algo muy poco "contiano". 3) Hablar de "pillería", "carácter" o "fatiga" está bien, pero a veces convendría completar el análisis hablando también de "juego", un apartado que Antonio suele tocar poquísimo.
Allegri empató ante el US Sassuolo y, al final, dijo: "es un punto ganado". Y lleva razón. Alguien dirá: "¿Cómo, otro empate en casa contra un recién ascendido…?". Cierto, pero toca mirar la tendencia global más que quedarse en el partido suelto. Esta es una Serie A muy particular, imperfecta, sin un dueño claro. Precisamente por eso lo importante es saber aceptar los frenazos sin dramas, porque la imperfección es común a todos. En una Serie A que este año entregará el scudetto con un listón muy bajo, cada punto es oro. Y, sobre todo, cada no derrota. El AC Milan es el único equipo con una sola derrota, y algo significará. El resto —claro— debe hacerlo el mercado: un nueve (Fullkrug en la pole por delante de Giménez) y, sobre todo, un central.
Andrea Pinamonti no es ni será jamás Bobo Vieri, fíjate. Pero tampoco es el último pardillo. En esta era rara, la de los delanteros de nombre exótico que cuestan 30, 40 o 50 millones y no rinden un pimiento, el ariete del US Sassuolo lleva otra temporada mostrándose tan fiable como pocos. Siempre al servicio del equipo y, en cuanto a goles, casi siempre en la doble cifra. Repetimos: no saldrá en las portadas, pero si este chico de 26 años se llamara Pinamountains, algún director deportivo de los que adoran a los jugadores de fuera ya lo habría fichado por 50 millones.
Bien por la SS Lazio, porque puede que esta temporada no dé para más que un puesto en la parte alta de la tabla, pero tal y como empezó ya sería muchísimo. Sarri se encontró con un grupo imperfecto e "inamovible". Normalmente eso acaba en desastre y en una campaña para olvidar. Este vestuario, en cambio, ha tirado de orgullo y de unión. Así que bravo Sarri y bravo también su equipo: están haciendo cosas nada obvias.
La ACF Fiorentina está metida en el barro, y se nota. Nadie lo veía venir: por el tamaño del desastre (deportivo) y por cómo va a peor semana a semana. La derrota ante el Hellas Verona es "típica": propia de un equipo que no sabe gestionar los marrones y juega con el miedo en el cuerpo. Y con miedo no se va a ningún sitio. Y si no es miedo, es media indiferencia: la de demasiados jugadores que quizá ya piensan en su futuro lejos de Florencia. Por eso a los viola les queda una única vía de salvación: la "baraja". En enero toca cambiar mucho, muchísimo: decir adiós a los "buenos" y apostar por los "adecuados". Adecuados para la pelea, se entiende: tipos sin miedo y, si acaso, con mala leche competitiva. Y paciencia si tocará malvender a unos y otros: la salvación vale más y pasa —insistimos— por una revolución a conciencia.
Llega la Supercopa. En Riad llueve y hace frío. Prácticamente Milán, pero con menos macarra.



