Los penaltis condenan al Inter FC. Chivu, con mal sabor de boca; J. Martínez brilla
La aventura en Arabia debía ser otra para el Inter FC de Cristian Chivu, eliminado en semifinales en la tanda de penaltis por el Bolonia de Vincenzo Italiano. El técnico del Bolonia alcanza su quinta final como entrenador, mientras que el rumano vuelve a darle vueltas a un varapalo difícil de digerir. Decisivos desde los once metros los errores de Bastoni, Barella y Bonnny. Implacable, en cambio, Ciro Immobile para batir a Josep Martínez en el último lanzamiento, pese a que el meta español había cumplido neutralizando el tiro de Moro. El Inter FC se marcha con mal sabor de boca tras un partido jugado a rachas. Los nerazzurri fueron arrollados por las arrancadas del Bolonia en la primera parte, pese a adelantarse a los dos minutos con un tanto de Marcus Thuram. El Bolonia no se descompuso y empató de penalti por medio de Orsolini, provocado por una torpe mano de Bisseck. En la reanudación, los nerazzurri retomaron el control del juego, pero se toparon con Ravaglia, providencial al menos en tres ocasiones ante Luis Henrique, Dimarco y Lautaro Martínez. “Once metros no definen a un futbolista”, cantaba De Gregori, pero sí bastan para mandar a casa al Inter FC entre reproches y suspiros.
El Inter FC alternó luces y sombras. Los nerazzurri pagaron su falta de continuidad a lo largo del encuentro, sufriendo el impacto físico de un Bolonia desatado en cada choque, sobre todo en la primera mitad. Tras el descanso, fueron más dominadores pero poco incisivos, como tantas veces esta temporada. No fue la mejor versión del Inter FC, aunque en la segunda parte fueron ellos quienes marcaron el ritmo. Ahora los nerazzurri deberán recuperar, sobre todo, energías mentales antes de volver a meterse de lleno en la Serie A. En el calendario espera la visita a Bérgamo contra el Atalanta, primera oportunidad para resarcirse tras una noche amarga.
En medio de la decepción, la luz que brilla es la de Josep Martínez. El meta español atraviesa aún un momento personal complicado, pero sobre el césped está demostrando a los nerazzurri que es un guardameta de primer nivel. El ex del Genoa se agigantó en el 90’, con una parada prodigiosa a Fabbian que ya saboreaba el gol del ex. En la tanda también detuvo el lanzamiento de Moro, insuflando seguridad y esperanza a los suyos. Sommer sigue siendo el presente, pero por detrás el futuro está bien cubierto por un chico en plena evolución.



