Ac Milan: el símbolo Gabbia y el ruido en torno a Leao. Inter FC: un apunte sobre Pio (y sobre Chivu). Juve: responsabilidades más allá de Tudor. Como: las mentiras sobre las inversiones. Y las enésimas acrobacias del VAR

Hemos archivado (con algo de humor) la jornada de liga más estéril de siempre: 11 goles en 10 partidos; Haaland los firma cuando se despierta, antes del café. Y sí, hemos criticado a los regentes del fútbol por el famoso partido a jugar en Australia y, en realidad, deberíamos felicitarles: ni el vendedor televisivo más audaz se atrevió tanto. ¿Debemos preocuparnos? Bah, no: es posible que en la próxima fecha volvamos a ver números decentes y partidos menos espesos, pero en un sistema aterrado por el aburrimiento como el del balón habrá que pensar en alguna solución.
Quien firma propuso la suya: "Si un partido acaba 0-0 —y hubo cuatro en la última jornada—, que no se reparta ningún punto". Se han cachondeado de mí. ¿Sabéis qué? Tenéis razón: igual es una tontería.
Pero fue la jornada del "penalti que no era penalti, aunque quizá sí o quizá no" en el Ac Milan-ACF Fiorentina. El señor De Marco (AIA) terminó diciendo: "Sobre Gimenez no era penalti y el VAR no debía intervenir. Es un episodio similar al de la Juve-Inter FC: el árbitro Marinelli había leído bien la situación. Gimenez acentúa la caída; hay que exigir el máximo respeto y, desde el domingo, habrá mano dura con casos similares". Veremos si es así. De momento sabemos que la clase arbitral pide continuamente a los jugadores que eviten los teatros pero luego, en lugar de castigarlos, los premia. Por eso cualquier futbolista, de cualquier equipo, lo intentará siempre: tonto no es y sabe que, la mayoría de las veces, sacará ventaja. Los árbitros, en cambio, siguen usando mal esa bendita cosa llamada tecnología y, en general, parecen empeñados en no cuidarse.
El Como derrotó a la Juventus y se desató el juicio sumarísimo a Tudor, inevitable. Tudor se está equivocando —y lo dice alguien que hasta ahora le veía lo bueno a su gestión—. Pero también es verdad: el técnico bianconero tiene que quererse un poco, tomar decisiones y sostenerlas con un mínimo de continuidad, algo que brilla por su ausencia desde hace un mes. Dicho esto, las responsabilidades de una situación nada sencilla solo son en parte suyas: la Juve paga años de gestiones confusas en el mercado y, sobre todo, de falta de control en la cúpula. Aumentan las figuras colaterales; faltan las fundamentales. ¿Dónde está el director deportivo que se prometió en su día y que debería poner orden? Misterio.
Luego, ojo: el Como no ganó por obra y gracia, ganó porque —al menos hoy— es mucho más equipo que la Juventus. Tiene las ideas claras, un plan de juego definido, intérpretes que saben lo que tienen que hacer y cómo hacerlo. ¿Faltan titulares? Las alternativas no los hacen echar de menos. "Fácil, con cien millones en fichajes". Pamplina. El Como no despilfarró, invirtió. Y hay una buena diferencia. Los veinteañeros fichados por el Como estaban al alcance de todos, pero nadie tuvo el valor de apostar por ellos. Lo de los lombardos no es solo fortuna: es planificación. Y eso no depende solo del dinero.
Del Ac Milan que tumba a la ACF Fiorentina y se coloca líder en solitario se pueden decir muchas cosas, pero nos quedamos con la escena de Gabbia, que demuestra toda su inteligencia y evita que Leao vea una amarilla innecesaria. Ese gesto no da puntos, de acuerdo, pero muestra que este año en casa rossonera están todos los ingredientes para hacerlo bien: grandes futbolistas, unidad de propósito y secundarios que entienden su papel y son tan importantes como los demás. Un cóctel magnífico. En cuanto a Leao, ya sabéis lo que pienso: no necesitaba esperar un doblete para saber lo bueno que es. Y otra cosa: Leao no es que la otra noche "se esforzara más"; esas son chorradas que sueltan algunos tertulianos para justificar comentarios a destiempo. Leao es el mismo de siempre: a veces le salen, otras no. Pero, en general, mejor tenerle a favor que enfrente. Es un hecho.
Dos apuntes sobre la noche de Champions:
1) Máxima solidaridad con los aficionados del SSC Napoli tratados como animales en Eindhoven. Una cosa es mantener el orden público y sancionar al que no respeta las normas; otra, meter a todos en el mismo saco y maltratar a gente de bien.
2) Con Chivu ya van siete victorias seguidas. Poco más que añadir: con apenas 13 partidos dirigidos en su historial como técnico, ha tenido el enorme mérito de hacerse entender en un vestuario que podría haberle dado la espalda sin despeinarse. Sobresaliente. Y luego Pio Esposito: debut en Serie A, debut en Champions, debut con la selección, primer gol en Serie A, primer gol con la absoluta, primer gol en Champions. Pio Esposito, no está nada mal el momento.