Las viejas glorias que no se rinden al paso del tiempo. No todos son Messi y Cristiano
¿Cuántas veces hemos escuchado, de un amigo o de un ex futbolista, que podrían jugar en la Serie A incluso con más de cuarenta años? Es una epidemia. Parece casi que en su DNI el tiempo no pasa. El año pasado fue Francesco Totti quien alimentó la leyenda de poder volver al césped con casi 50 años, hasta que se entendió que probablemente no era más que un golpe publicitario, solo por detrás de lo de Gene Gnocchi en su época del Parma. La verdad es que el deporte al máximo nivel, pasados los cuarenta, es casi imposible de sostener. Quizá puedas hacerlo entrenando (sin descanso) durante un periodo relativamente corto. Luego es implacable.
La realidad es que no todos son Cristiano Ronaldo o Lionel Messi. O Luka Modric, por usar una comparación cercana a la Serie A. Tótems del juego que entrarán en la historia y que no terminamos de valorar por ser contemporáneos, pero dentro de una década parecerán (mucho) mejores que quienes tomen su relevo, aunque no sea verdad. Cristiano se fue a Arabia Saudí, Messi a Estados Unidos: decisiones distintas, pero ligas más sencillas. Lo de Modric es otro cantar, porque no tiene la obligación de marcar y asistir sí o sí, ni de esprintar y correr detrás de los defensas.
La verdad es que la gente no se rinde al tiempo y piensa que el pasado fue, por fuerza, mejor, siempre y en cualquier caso. No es así. Balotelli cree que puede rendir en la Serie A cuando su última temporada completa —aunque jugara exactamente la mitad de los partidos— fue hace seis años. Muchos otros lo hicieron antes que él, pero hay que asumirlo y ser felices, porque el fútbol siempre se renueva. Y a los cuarenta, casi siempre, toca simplemente decir adiós.



