El infinito y muy personal clasico de Guardiola. Esta noche puede costarle el puesto al técnico del Real Madrid
Veintisiete partidos. 13 victorias, 6 empates y 8 derrotas. De ellos, 15 los vivió como entrenador del FC Barcelona, dos en el banquillo del Bayern Múnich y 10 al frente del Manchester City. Ese es el balance de Pep Guardiola contra el Real Madrid, y el duelo de esta noche será el 28º cara a cara entre el técnico catalán y los blancos.
Un partido clave para la clasificación, por supuesto. Pero también por las consecuencias que puede acarrear. Desde hace días el puesto de Xabi Alonso se tambalea, y la última derrota en casa, 0-2 contra el Celta de Vigo en Liga, ha avivado aún más las críticas y las peticiones de destitución. Como futbolista tardó poco en convertirse en ídolo del Bernabéu; como técnico nunca ha parecido sintonizar con el entorno. La de esta noche se antoja casi una última bala para el hombre que hizo historia en el Bayer Leverkusen. Ironías del destino: precisamente ante quien es símbolo de Cataluña, ese Pep Guardiola para quien un Clásico nunca será un partido más.
Esta noche no será propiamente un Clásico, pero casi. Y, como en toda cita de este calibre, el que pierda quedará bajo el fuego de la crítica. "Es un lugar complicado, pero él lo sabe. ¿Un consejo? Tiene que valerse por sí mismo; yo no lo haré por él. Si yo hubiera hecho jugar al Real Madrid como hice jugar el año pasado al Manchester City, me habrían destituido a los seis meses".



