El Liverpool renace en Fráncfort; Salah, no: suplente, a cero y criticado por 'egoísmo'
El Liverpool volvió a la victoria anoche ante el Eintracht Frankfurt (5-1), cortando una racha de cuatro derrotas seguidas. Pero no fue una noche redonda para todos: la decisión de Arne Slot de dejar a Mohamed Salah en el banquillo generó debate.
Una encuesta de Sky Sports ya había tomado el pulso a la afición: a la pregunta ¿Salah debe ser siempre titular en el Liverpool?, el 74% respondió 'no'. El delantero egipcio, de 33 años, no ve puerta desde el 17 de septiembre, fecha de la primera jornada de la Champions. Sus últimas actuaciones han sido decepcionantes: poco participativo, poco conectado con sus compañeros —en especial con los recién llegados—, y le está costando marcar diferencias con el balón en los pies. Su suplencia no sorprendió.
Lo que encendió la polémica fue su conducta al saltar al césped. Entró por Hugo Ekitike en el último cuarto de hora y buscó soluciones individuales, ignorando a Florian Wirtz, aún sin marcar con los Reds, en una acción en la que solo tenía que dársela para que empujara a portería vacía. The Athletic subraya: 'Su ansiedad por cortar la racha de seis partidos sin gol le llevó a intentos estériles desde ángulos imposibles, cuando podría y debería haber servido a Wirtz para una asistencia fácil'.
Al final del partido, Salah se fue directo al túnel, sin unirse a los festejos de sus compañeros, con un lenguaje corporal que evidenciaba su frustración. Paradojas del fútbol: el equipo firmó su mejor partido del curso sin él, mientras el ex de la AS Roma atraviesa su tramo menos prolífico desde que llegó a Liverpool hace ocho años.



