La verdad que se esconde tras las quejas de Conte y Tudor: el Inter FC es la única verdadera excelencia italiana en la Champions League. Mensajes de los entrenadores que también apuntan a un cambio de rumbo en la política de fichajes
Weston McKennie sería el decimoquinto jugador del Real Madrid por número de partidos en la Champions League. En la Juventus , en cambio, es el que más experiencia acumula en la máxima competición europea. Ese dato bastaría para ilustrar que entre blancos y bianconeri no hay color y que Igor Tudor, al menos en este punto, tiene razón cuando afirma que a la Vecchia Signora le faltan líderes. Futbolistas con enorme experiencia, algo que encaja con la trayectoria del técnico croata en la élite. También tiene razón Antonio Conte cuando dice que el SSC Napoli necesita tiempo. No se puede pedir todo y de inmediato: es un gran equipo que firmó una obra de arte la pasada temporada, pero nadie puede exigir que siempre supere el listón. Y si las quejas, como tantas veces, suenan exageradas, esconden —ni siquiera tanto— una gran verdad: el Napoli ha mejorado en calidad y cantidad, pero aún necesita tiempo para dar el salto definitivo como gran equipo.
Los números no lo son todo, pero explican muchas cosas. Presencias totales de los jugadores del SSC Napoli en Champions League: 464 partidos, 63 goles, 31.967 minutos entre los 22 de la plantilla. Y eso, sobre todo, gracias a las 82 apariciones de Kevin De Bruyne, dicho sea. Noa Lang se queja por no formar parte del proyecto: declaraciones a destiempo y fuera de lugar, pero es el cuarto por experiencia en la Champions (33 partidos) y, desde luego, esperaba otra gestión. Conte deberá tomar nota y dar con una solución; de lo contrario, tendrá que hacerlo la directiva. Los números de Champions de la Juventus son aún más contundentes: 365 presencias entre los 25 de la plantilla, apenas 50 tantos y 23.369 minutos. McKennie, como se ha dicho, es el que más acumula, 36. Solo dos jugadores en dobles dígitos: uno es Jonathan David, con 10, igual que Arkadiusz Milik. Por eso no se puede exigir demasiado ni a la Juventus ni al SSC Napoli en la Champions League. Es el gran paso que deberán dar Damien Comolli y Aurelio De Laurentiis con sus hombres de mercado. Tras haber ampliado la profundidad —muchos y muy buenos—, ahora toca cambiar el rumbo: pocos, pero con mucha experiencia. Que la lección Luka Modric al Ac Milan no caiga en saco roto.
Por eso cobra aún más sentido el adagio de que el Inter FC es, a día de hoy, la única verdadera excelencia italiana en el fútbol europeo. Y no lo avalan solo las dos finales de Champions disputadas en los últimos años, sino también los números anteriores. Si quitáramos a De Bruyne, SSC Napoli y Juventus juntos se quedarían prácticamente en las cifras del conjunto nerazzurro: 23 jugadores, 798 partidos en la Champions League, 81 goles y 57.295 minutos. Lautaro Martínez suma 24 dianas; a este Inter le falta colmillo también de cara a puerta. Aun así, comparado con el resto de italianos no hay color y, por fuerza, la presión sobre Christian Chivu va a más. Lo dicen los números, la historia reciente y los resultados. Y lo certifican, además, las quejas de Tudor y Conte.



