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Fútbol y futbolistas desahuciados, buscando la brújula y el balón

Fútbol y futbolistas desahuciados, buscando la brújula y el balón
viernes 10 julio 2020, 01:00Editorial
de Manuel Rodríguez
La fe se refiere a cosas que no se ven, y la esperanza, a cosas que no están al alcance de la mano”. (Santo Tomás de Aquino).

Los especialistas analizaron la influencia del parón en el estado de los futbolistas en la etapa de confinamiento mundial por coronavirus. Leemos un buen artículo (José Luis Hurtado, Marca, 6. Abril. 2020) que intenta darnos algunas notas distintivas en este momento de apagón práctico. Decía el periodista que los planes de los expertos están en la papelera. Javier Vidal, preparador físico del Getafe, admite: “Te cambia todo, te desorganiza, te hace polvo. En verano mandas un trabajo para que algo se mantenga, pero ahora, así, es un golpe muy fuerte”. También Javier Miñano dirige el trabajo físico del Valencia: “La sensación que peor se lleva es la incertidumbre. En la pretemporada hay fecha fija para la vuelta, ahora no se sabe”. José Portolés, responsable físico habitual de los equipos de Benito Floro durante varios lustros, nos expone: “No hay una referencia anterior. Esto es un máster para un preparador físico”. Vidal, desde el Getafe, se marca el objetivo de “buscar el desentrenamiento”, aceptando que el estado de forma de los futbolistas va empeorando: “Cada semana que pasa el estado de forma de cada jugador se pierde forma gradual. En verano les puedes decir, haced algo de deporte, pádel o algo así. Ahora no puedes decir nada”. Miñano, que colaboró con Del Bosque en la Selección, y hasta hace poco con Celades en el Valencia, asegura: “El trabajo en condiciones específicas, la posición en el campo, gestos, golpeos; la sincronización con los compañeros; y el trabajo táctico, que no existe. El fútbol es algo global y se pierde de todo. Se puede mantener algo la fuerza, peo se aleja de lo real. Se pierde en periodo vacacional, pero luego hay un tiempo largo para recuperar”. En la práctica, estamos observando en esta competición sin público que los ritmos del juego son “pobres” y las capacidades de reacción no son evidentes; y eso que los partidos recibieron unos pluses muy afortunados como fueron los cinco cambios y los dos descansos para hidratación.

Portolés señaló: “Hay que ayudar al jugador a que se entretenga. Lo que más se pierde es la especificidad de la carga. Correr en una cinta no es lo mismo que en un campo de fútbol o en la calle. Eso pasa factura, pero pasa factura a todos”. Manifiesta Vidal que “hay estudios que señalan que por cada semana así se puede perder el 10% de forma, también depende del deporte. Lo que sí se sabe por nuestros test es que cuando se van cinco semanas en verano un futbolista regresa al 30 ó 40% de su forma. Ahora se perderá un 50% o más”. Aportando otra clave: “Lo que hacemos es que cada semana el trabajo en casa sea más duro poque es la única forma de acercarse a lo normal y en casa no es fácil lograr eso”. Portolés asegura: “Imposible calcular el bajón de rendimiento que tendrán los futbolistas. Se necesita una mini pretemporada porque además el fútbol es algo colectivo. Lo ideal serían tres semanas de mini pretemporada, pero igual no hay fechas. Puede ayudar hasta que vea un partido en casa para no perder la imagen mental”. Recordando Miñano que “la diferencia entre correr en línea directa, los cambios de dirección y hacerlo en una cinta”.

Vidal confirmó que “en seis o siete semanas de una temporada normal se pierde todo. Ahora será volver a empezar de cero. Como si se hubieran ido de vacaciones de verano, pero sin el tiempo para recuperar la forma. Imagino que habrá dos o tres semanas o lo que nos dejen. A ver si nos preguntan también a nosotros”. Manifiesta Portolés que “el alto rendimiento no es sólo poner marcha en las piernas. También está la forma de moverse en un partido y eso no lo van a tener. Es imposible que una persona en casa ponga en forma a los ojos, a los sensores, a los factores que generan información”. (…) “No hay que tener prisa porque eso pasa factura. Puede que haya más lesiones de las habituales y menos rendimiento. Si no les das tiempo no va a ser beneficioso para el fútbol. Quien mejor se adapte sacará provecho. No hay una referencia. Es como un máster para un preparador físico”. Se supo recientemente que el Bayern regresó a los entrenamientos en su Ciudad Deportiva después del confinamiento. Álvaro Odriozola explicó a Marca: “Nuestro staff técnico preparó a diario sesiones de “Cyber-Training”: “Todos los jugadores estábamos conectados en cada sesión con los preparadores y hacíamos el mismo tipo de ejercicios. Además, nos prepararon vídeos para trabajar tácticamente mientras estábamos en casa. Me parece una gran idea para mantener el tono físico y mental”. (…) “Para amenizar los entrenamientos el club nos sorprendió incluyendo en diferentes sesiones a grandes leyendas del Bayern como Bastian Schweinsteiger o Arjen Robben. Hace poco nos trajeron un “freestyler” de hacer toques para ver quién era capaz de reproducir lo que él hacia y la verdad que fue muy divertido y diferente”. Ahora el Bayern de Münich ya pasa del “teletrabajo” al inicio de los entrenamientos.

Fue interesante conocer otras versiones de futbolistas desahuciados no precisamente por pandemias globales. Es el caso de Gurpegi que le contó interioridades a “Radio Marca Bilbao”: “Terminé un poco asfixiado de fútbol. Mi carrera, a nivel psicológico, no ha sido normal ni habitual. Llegó un momento en el que había que dejarlo y coger aire”. Fue considerado un apestado por asuntos de dopaje ( 2 años de sanción por tasa elevada de “norandrosterona”), pero también sufrió dos graves lesiones de rodilla y tres veces pasó por quirófano por traumatismos en la cara. Un desgaste psicológico brutal. “Después de dejar de jugar estuve un año con Ernesto en el cuerpo técnico. Y me paré. Saqué el carnet de entrenado y ahora he vuelto con entrenamientos específicos en Lezama”. Reflexionando sobre el momento actual: “Nos tienen a los deportistas con una admiración que no merecemos. Hay mucha gente más importante e imprescindible a la que no valoran como a nosotros”.

En este mismo período aparecieron unas declaraciones de Carlos Secretario, 49 años, aquel lateral derecho que militó en el Real Madrid desde 1996 hasta 1998, y que cayó en desgracia por unas desafortunadas actuaciones en el equipo potenciadas por la falta de confianza de su entrenador, el italiano Capello. “Era un entrenador que, a pesar de ponerme de titular y apostar por mí, nunca tuvo una conversación conmigo, nunca me llamó a su lado y me preguntó si estaba bien, si estaba mal, qué necesitaba, nunca me dijo lo que tuve que mejorar… nada. Respeto a Fabio Capello, porque es un gran entrenado, hizo un excelente trabajo, por supuesto, pero se portó mal. Yo esperaba más de él… No fui, ni seré un caso único. En ese momento, recibí muchas críticas, de que no tenía nivel para el Real Madrid y otras cosas que escuché y que no tenían sentido. Capello llegó a decir recientemente: “Secretario se “cagaba” en el Bernabéu”. Y el ex futbolista añade: “Es una declaración estúpida e innecesaria, no sé si se debe a la edad… No lo sé”.

Son muestras de futbolistas hiper-presionados por el entorno que, una vez entran en la espiral negativa, es difícil que superen tales círculos viciosos que se van propagando como el fuego en un vendaval. Pero nos centremos en el momento actual, el fútbol debe recuperar su brújula y a medida que avance la competición predispondrá actuaciones futuras, desde luego el objetivo más básico es que el público pueda acudir a los Estadios, aunque será una decisión retardada si nos fijamos en cómo se está comportando el coronavirus en su evolución global. Hasta que no fluyan las vacunas y tratamientos que nos permitan aglomerarnos sin mascarillas ni distancias, los equipos no podrán abrazarse en el campo ni tampoco los aficionados en las gradas. Al 28 de junio de 2020, el Liverpool confirmó su liderazgo en la “Premier”, pero en España siguen compitiendo para el primer puesto tanto Barcelona como Real Madrid, y en la jornada del 27, en Vigo, el Barcelona no pudo pasar del 2-2 contra el Celta de Vigo. Son dos puntos perdidos que pudieran ser casi definitivos si el Real Madrid gana en la jornada del 28. Pero, no olvidemos, aún quedarían otras 6 jornadas.

Y, coincidiendo con Valdano, leo su certero resumen (ElPais, 26.6.2020): “El Barça, futbolísticamente, es un disco rayado, pero tiene un peligro mayor: creer que su problema es el VAR. Al equipo le cuesta mucho imponer su autoridad; al entrenador le cuesta mucho cambiar el orden establecido; y a Messi le cuesta mucho ser Messi si comprueba, una y otra vez, que todo depende de Messi… En situaciones así, lo peor que se puede hacer es mirar hacia otro lado. Pensar que hay una conjura arbitral contra el Barça tiene muchas desventajas. Les sirve a los jugadores una excusa en bandeja que Piqué ya está haciendo explícita. Activa un complejo de persecución que no hace más que transmitir sensación de debilidad. Y devuelve al Barça a un tiempo pre-Johan en el que buscar culpables era más importante que jugar y ganar. Le pueden poner toda la literatura que quieran, pero hoy el Barça tiene un solo problema, y se llama fútbol…” Para los de la acera de enfrente, Valdano significó: “A la cancha hay que entrar sin dudas, porque el primer nivel pide jugadores decididos. Mientras unos dosifican los esfuerzos físicos y otros no asumen riesgos para no equivocarse, Vinicius taladra las defensas contrarias sin compasión cada vez que recibe la pelota o ataca un espacio. Todos sus pecados son por exceso y ninguno interfiere en su plan, que no es otro que el de ganar los partidos… Muy bien por Zidane, que entiende que la tierra es para el que la trabaja. Y, sobre todo, muy bien por Vinicius, el delantero que solo se hace una pregunta: ¿dónde está la portería?”.

Me temo que el Barcelona, como le ha ocurrido al Valencia, no han encontrado ni la brújula ni el balón, los catalanes poniendo disculpas de todo tipo para liberar responsabilidades incluso desmerecer las victorias del Real Madrid poniendo al arbitraje como excusa; y el Valencia, echando todas las culpas al entrenador en un ambiente donde los jugadores no olvidan a su anterior entrenador Marcelino y sus directivos siguen vagando en la inconcreción deportiva mientras que los jugadores no ganan lo suficiente… Fruto de ello, hace días Celades ya dejo de ser el entrenador. ¡Qué locura!