Redención, mentalidad, consagración: no solo la Supercopa; el SSC Napoli se juega mucho ante el Bologna FC
El SSC Napoli de Antonio Conte se juega la Supercopa de Italia ante el Bologna FC. Una final que, vista desde Nápoles, es mucho más que un simple duelo a partido único: un cruce cargado de memoria, orgullo y revancha. Los partenopeos llegan al último acto tras pasar por encima del AC Milan en semifinales, mostrando solidez, ferocidad competitiva y una identidad que parecía haberse perdido hace apenas unas semanas. Sin embargo, el último precedente contra el Bologna FC cuenta otra historia. En Serie A, en el Dall’Ara, el SSC Napoli tocó probablemente su punto más bajo de la temporada: un 2-0 sin apelación, una actuación apática y unas palabras durísimas de Conte en el pospartido, dirigidas a un equipo acusado de haber traicionado principios y actitud.
Oportunidad de revancha
Ahora el destino ofrece una segunda oportunidad. No solo para borrar aquella noche, sino para meter en la vitrina el que sería ya el segundo título de la era Conte, un detalle nada menor para un técnico que construye mentalidad antes que sistemas. Para el SSC Napoli es una ocasión importante, casi lógica; para el Bologna FC, en cambio, es el partido de su vida. La asimetría en las motivaciones es evidente, y ambos técnicos lo saben bien.
El Bologna FC, a por la historia
El Bologna FC de Vincenzo Italiano sueña con entrar en la historia, con levantar trofeos en temporadas consecutivas como no sucede desde los tiempos de Árpád Weisz. Italiano conoce el peso de las finales: las ha perdido, las ha analizado y las convirtió en aprendizaje hasta el triunfo en la Copa de Italia del pasado mayo. El SSC Napoli, sin embargo, mira sobre todo hacia sí mismo.
SSC Napoli, ¿qué mentalidad?
La gran incógnita es con qué mirada saltarán al campo los partenopeos: si con la de un equipo herido, en busca de revancha, o con la —aún más peligrosa— de quien ha aprendido a ganar y afronta cada título como si fuera el primero. Así nacen los equipos grandes. Y Conte lo sabe.



