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Cragno, impaciente: "Tengo ganas de volver, estoy casi listo. Una pena por la Sampdoria"

Cragno, impaciente: "Tengo ganas de volver, estoy casi listo. Una pena por la Sampdoria"TODOmercadoWEB.es
© foto de Federico Serra
Hoy a las 08:00Serie A
Andrea Losapio

"Espero estar listo para la segunda parte de la temporada". Alessio Cragno está sin equipo tras su etapa en la UC Sampdoria, la última de una larga trayectoria. Acumuló muchísimos partidos en el Cagliari Calcio, luego llegaron el AC Monza y el US Sassuolo, sin demasiada fortuna. "Ahora estamos en Módena; aquí nos hemos sentido a gusto durante mi estancia y busco un poco de estabilidad para la familia. Además, me venía bien para la rehabilitación en el Isokinetic de Bolonia".

¿Para cuándo debería estar listo?
"En breve espero estar a tope; estoy haciendo de todo para llegar a mi mejor nivel. Si hay opción de ganar tiempo, mejor".

La última temporada no fue la mejor.
"La pasada debía ser un año de continuidad en el AC Monza. Por desgracia, el primer o segundo día de pretemporada me lesioné el hombro y estuve cuatro meses fuera. Cuando regresé, ya no entraba en sus planes y tuve que buscarme una salida. Surgió la opción de la UC Sampdoria y la aproveché al vuelo. Más allá de que los resultados del equipo no fueron brillantes, en esos meses me encontré realmente bien. Volví a disfrutar de ir al campo y de entrenar. Si dejamos a un lado lo colectivo, fue un periodo muy positivo".

De hecho, rozasteis el descenso... casi.
"Los primeros seis meses no sé qué pasó; yo llegué en enero. Cuando estás en un club como la Samp, en Serie B, tienes casi la obligación de ganar: por la afición, por la historia, por los jugadores que había. El objetivo quizá no es ser primero sí o sí, pero tienes que pelear arriba. La presión aumenta cuando te ves en una situación a la que no estás acostumbrado. No siempre se consigue salir, y es un poco lo que ocurrió, pese a que el grupo era muy bueno. Yo llegué en enero y me encontré con chicos excelentes y profesionales serios, pero luego todo el aspecto mental empieza a pesar y te bloquea un poco. No logras expresar el potencial".

¿Un poco lo que le ha pasado a la ACF Fiorentina?
"Sí. No conozco la dinámica porque estoy fuera, pero cuando arrancas con unos objetivos y, por una cosa u otra, no te salen los resultados... Está claro que tienes que ser capaz de cambiar el chip y salir cuanto antes. En general se tiende a pensar que hay tiempo para arreglar la situación, pero los partidos pasan, los resultados no llegan y el tiempo se echa encima. Creo que hay que entender bien en qué situación estás y, quizá, ser menos bonitos pero más prácticos".

¿Cambiaría algo de su carrera?
"No suelo pensar a toro pasado. Todas las decisiones que tomé las consideraba las mejores, las más justas, las que me iban a venir bien. No sé qué podría haber hecho distinto. Ponerme ahora a pensar que, cambiando algo, habría logrado otra cosa... no lo sé; no va conmigo. Estoy muy contento con lo hecho hasta ahora y contento porque aún tengo tiempo por delante".

Entonces, el objetivo es...
"Ahora quiero volver a competir, entrar en dinámica. Estamos en la fase central o final de la rehabilitación y ya se empieza a ver la luz al final del túnel. Crecen las ganas y la voluntad de ponerse de nuevo a prueba, de volver a entrenar. Esto es mi pasión y mi trabajo; el deporte ha sido mi vida. Ahora quiero recuperar continuidad y una oportunidad para hacerlo bien".

Por cierto, ¿su problema no es la estatura?
"Alguna vez lo he oído, pero nadie me lo ha dicho en persona. Sinceramente, siempre me ha parecido una tontería. Ha habido porteros no muy altos que han hecho carreras increíbles; tampoco creo ser Casillas o Peruzzi. La portería mide siete metros de ancho y algo más de dos de alto: si me tiro a los lados y llego al palo, una vez cubres portería, lo más importante está hecho. Hace falta explosividad, fuerza, salida, personalidad. Honestamente, no creo que a un portero se le deba valorar por lo que mide, sino por si para o no para; una vez que para, la altura es secundaria. No sé si alguien lo toma como referencia principal: para mí es un rasgo que se puede dejar en segundo plano".

¿A Sommer también le han caído críticas?
"Es un portero que lleva quince años en la selección suiza. Ha jugado en el Bayern Múnich y en el Inter de Milán. No se puede decir que Sommer no puede jugar porque es bajo; si de vez en cuando sale ese argumento para desacreditar, me parece un poco absurdo. Luego cada uno tiene sus características: uno puede medir dos metros y otro 1,85. Cuando te pones bajo palos, tienes que parar. La altura me parece algo secundario: no importa ser altísimo si luego no sabes salir, con el tiempo justo y con las cualidades adecuadas".

¿Cuánto le debe al Cagliari Calcio?
"Mucho. Me dio la oportunidad de jugar en Serie A, allí conocí a mi mujer y nacieron mis niñas. Es una etapa de mi carrera y de mi vida de la que solo guardo buenos recuerdos. Quizá no terminó de la mejor manera, con un descenso, pero eso no borra todos los momentos bonitos".

Allí también pensabais dar un salto de calidad.
"Veníamos de un año complicado, en el que nos habíamos salvado a última hora. Encadenamos problemas de resultados y llegamos a la última jornada con las cosas cuesta arriba. Teníamos que ganar y no lo logramos, porque la cabeza pesaba muchísimo".

Contra un rival ya descendido.
"Sí. Es una cuestión mental, de cómo encaras el partido. Veníamos de una temporada agotadora y a veces te quedas bloqueado. Por desgracia acabó así".

Y eso que Giulini había invertido.
"Sí, en ese año y también en los dos o tres anteriores. Siempre faltó esa chispa que hiciera explotar a un equipo con muchísimos jugadores fuertes, con experiencia internacional. Si hubiéramos hecho una temporada de cierto nivel, todo habría despegado. En el año del Covid empezamos fortísimo, luego entre diciembre y enero llegó un momento de dificultad y todo se volvió más raro. Lo habíamos hecho bien, ganamos a la Juventus, el equipo empujó mucho. Luego llegó el Covid y se paró todo. Con los test cada día, todo era bastante difícil".

En el AC Monza estaba Di Gregorio con usted.
"Tengo una relación buenísima con él, como con todos mis compañeros de puesto. Creo que si uno se comporta bien con todos no hay motivo para tener malas relaciones, más allá de la rivalidad deportiva. Me llamaron tras el descenso del Cagliari: necesitaban un portero con experiencia. Mi única espina es no haber tenido la posibilidad de mostrar mis cualidades. El rol del guardameta es complicado: si uno lo hace bien, no hay motivo para cambiar, y fue lo que pasó".

¿Tiene nivel para la Juve?
"Para decidir si uno es de un grande o no, tiene que tener la oportunidad. Él ha hecho buenas temporadas y grandes actuaciones, así que no creo que esté desmereciendo ni que sea el problema de la Juve. Está demostrando que puede estar ahí".

¿Por qué un club debería fichar a Cragno?
"Tengo muchas ganas de ponerme a prueba, de hacer y de volver a jugar. Creo que tengo experiencia y eso puede ser un punto a favor. Espero tener varios años por delante y aprovecharlos al máximo. Ganas no me faltan; estoy deseando".

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